En primer lugar, se trata de un mero escenario, casi ficticio por el momento. Pero técnicamente, un ataque nuclear contra Tel Aviv podría ocurrir si una organización terrorista o un Estado enemigo (Irán) decidiera pasar el punto de no retorno.
El historiador de la ciencia Alex Wellerstein ha creado un mapa interactivo que permite a los usuarios ver lo que sucedería en caso de un ataque nuclear en varios grandes centros de población mundial. A través de modelos reportados de armas nucleares y sus efectos, incluyendo el tamaño de la bola de fuego, el radio de la explosión, las zonas de peligro de radiación, y más, el mapa proyecta los resultados de los ataques nucleares imaginados en ciudades llenas de gente.
“Vivimos en un mundo en el que las armas nucleares están en las primeras páginas de nuestros periódicos de forma regular. Hay gente que piensa que las bombas nucleares arrasan con todo el mundo de un solo golpe, y otros que piensan que no son tan diferentes de las bombas convencionales. La realidad está en algún punto intermedio”, explica Wellerstein.
Su mapa permite a los usuarios crear una bomba de tamaño aleatorio o utilizar datos sobre bombas nucleares conocidas, como las pruebas realizadas por Corea del Norte, las explosiones nucleares reales que tuvieron lugar durante las pruebas y, por supuesto, las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Su mapa también incluye evaluaciones de las herramientas que podrían llegar a las manos de una organización terrorista.

Para probar lo que sucedería si Tel Aviv fuera el objetivo de un ataque nuclear, utilizamos la bomba que, según se informa, Corea del Norte probó en 2013. Esta es una bomba que es relevante para nosotros: Siria usó a Corea del Norte para ayudar a desarrollar su reactor nuclear, que Israel destruyó. No es imposible que algún estado u organización terrorista recurra al país radical para que le ayude a construir o comprar una bomba nuclear.
Así que, según la evaluación inicial, una bomba nuclear en Tel Aviv mataría a más de 84.000 personas al instante y causaría 250.000 heridos. Estas cifras, por cierto, son lo que veríamos de una “pequeña” bomba nuclear. Las residencias en un radio de siete kilómetros de la explosión se derrumbarían. Cualquiera en un radio de 3.5 km. (2 millas) de la explosión estaría en extremo peligro y sin atención médica, hasta un 90% de los habitantes tendrían probabilidades de morir. Esas muertes, según el sitio de Wellerstein, tomarían desde unas pocas horas hasta unas pocas semanas.
Un pequeño ataque con una bomba nuclear en Tel Aviv rompería los cristales de las ventanas hasta 57 kilómetros (34 millas) del lugar de la explosión, resultando en heridas menores. Si se lanzara una bomba nuclear en el centro de Tel Aviv, las ciudades periféricas de Givatayim, Ramat Gan y Bnei Brak también se verían afectadas por la explosión.
El mapa también examina el viento y otros factores en los lugares donde se proyecta la explosión, lo que significa que los números cambian de una ciudad a otra. Jerusale,, por ejemplo, sufriría el mayor índice de víctimas entre las ciudades israelíes si fuera alcanzada directamente por una bomba nuclear, con 181.000 muertos y más de 340.000 heridos. Un ataque nuclear contra Jerusale, también afectaría a Beit Shemesh, así como a Ramallah y Abu Dis.