El líder del partido Azul y Blanco, Benny Gantz, y el primer ministro Benjamin Netanyahu llegaron a Estados Unidos el lunes (hora de Israel) y se espera que se reúnan con Trump por separado en relación con el “Acuerdo del Siglo”.
El martes, Trump hará declaraciones conjuntas con Netanyahu en la Casa Blanca, donde el presidente podrá revelar detalles de su propuesta de paz.
La esperanza de la Casa Blanca era que si Trump podía conseguir el apoyo tanto de Netanyahu como de Gantz para el plan, ayudaría a dar algún impulso. Un funcionario estadounidense dijo que Trump quiere saber que tanto Netanyahu como Gantz están de acuerdo con el plan antes de anunciarlo.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, envió un mensaje a Netanyahu y a Gantz: “Tienen seis semanas para poner en marcha este plan, si lo desean”.
El líder del partido Yisrael Beitenu, Avigdor Liberman, entró en Facebook el lunes por la mañana para comentar el “Acuerdo del Siglo” de Trump, que se espera que sea publicado el martes. También hizo comentarios sobre los objetivos del primer ministro Benjamin Netanyahu y del líder del partido Azul y Blanco, Benny Gantz, en su reunión con Trump.
“Sin leer el plan que el presidente Trump presentará hoy, no tengo ninguna duda de que tendrá un verdadero entendimiento de los intereses de Israel en un futuro acuerdo con los palestinos”, escribió Liberman en Facebook. “Para Netanyahu, está claro que esto es parte de un plan de supervivencia y nada más”.
Liberman pasó luego a criticar a Gantz y se refirió a él como “el Sr. Sí y No”, diciendo que “aún no ha decidido” cómo se siente acerca del acuerdo.
“Así como no decidió si favorecer o no la soberanía israelí en el valle del Jordán y cómo formar un gobierno laico con (Aryeh) Deri, (Yaakov) Litzman y (Moshe) Gafni, a menos que el partido Azul y Blanco formulara un plan secreto para restaurar los partidos ultraortodoxos en cuestión para el 2 de marzo”, escribió Liberman.
Liberman también criticó la vacilación de Gantz en cuanto a formar un gobierno con los partidos árabes, calificándolos de “partidarios del terror”, y añadió “pero eso no le impidió viajar a Estados Unidos para hacerse una foto con el presidente Trump”.
Concluyó diciendo que Netanyahu y Gantz deberían enfocarse en asuntos internos, en vez de viajar a los Estados Unidos para “ocuparse de la hilandería y las relaciones públicas”. Mencionó el avance nuclear de Irán, el déficit, el cuidado de la salud y el reciente resurgimiento de los ataques con globos incendiarios desde Gaza.
Dos días de reuniones de política exterior le darán a Trump un contraste con el juicio en el Senado dirigido por los republicanos que está sopesando los artículos de impugnación contra él aprobados por la Cámara de Representantes dirigida por los demócratas.
Pero no es seguro que esto realmente impulse el esfuerzo largamente estancado de unir a israelíes y palestinos.
Los palestinos se han negado a comprometer a la administración Trump en el esfuerzo y han denunciado rotundamente el plan de reactivación económica de 50.000 millones de dólares que estableció en julio pasado para levantar las economías de los Estados palestinos y árabes vecinos.
Los palestinos temen que el plan eche por tierra sus esperanzas de un Estado independiente en Judea y Samaria, el este de Jerusalén y la Franja de Gaza.