El primer ministro Benjamín Netanyahu logró ganar 60 escaños para su bloque de partidos de derecha y religiosos, uno menos de los que necesitaba para obtener la mayoría en la Knesset en las elecciones del lunes, según las encuestas de salida de las tres cadenas de televisión.
Las encuestas de salida publicadas por el Canal 12 predicen que el Partido Likud está en 37 escaños mientras que Kajol-Lavan están en 33 escaños. La Lista Conjunta, según la encuesta, tiene 14 escaños. Un total de 9 escaños se predicen para Shas y 7 para UTJ, mientras que otros 7 escaños son para Yamina. Otzma Yehudit no pasará el umbral. Se prevé que Labor-Gesher-Meretz reciba 7 escaños, lo que significa que el bloque de la derecha tiene 60 escaños en total, mientras que el centro-izquierda tiene 40, con Yisrael Beytenu en 6.
Según las encuestas iniciales del Canal 13, el Likud tiene 37 escaños y el Kajol-Lavan 32. Se espera que la Lista Conjunta reciba 14 escaños, mientras que los Shas deberían tener 9 escaños y se prevé que la UTJ reciba 8. Se espera que Yisrael Beitenu obtenga 8 escaños. Se espera que Yamina consiga 6 escaños y Labor-Gesher-Meretz 6. Se espera que Otzma Yehudit no pase el umbral con 0 asientos. Esto determinaría que el bloque de la derecha recibe 60 asientos mientras que el centro-izquierda recibe 52.
Netanyahu inmediatamente tuiteó “gracias”.
La victoria absoluta en las terceras elecciones de Israel en menos de un año se espera que permita a Netanyahu formar rápidamente una coalición de derecha después de encabezar un gobierno provisional desde diciembre de 2018. El primer ministro dijo que ya ha hablado con los jefes de los partidos de derecha y ha acordado formar un gobierno nacional fuerte lo antes posible y que se reunirán el martes por la mañana.
Fuentes del Likud dijeron que incluso intentaría formar un gobierno antes de que comience su juicio penal el 17 de marzo.
La alta participación en las terceras elecciones sin precedentes de Israel en menos de un año no mostró signos de apatía por parte de los votantes, ya que los israelíes votaron en un intento de poner fin al estancamiento político.
La participación de los votantes a las 20.00 horas fue del 65,6%, en comparación con el 63,7% en las elecciones de septiembre y la tasa de participación más alta a esta hora desde las elecciones de 1999.
Se esperaba que la participación final superara el 70%, frente al 68,46% de abril y el 69,83% de septiembre. Había más de 200.000 votantes que votaron el lunes y que no habían votado en septiembre.
La participación fue aún mayor entre los 5.630 israelíes en cuarentena por exposición al coronavirus, entre los cuales 4076 votaron en colegios electorales especiales a pesar de las largas colas.
El lunes pasado, tanto el Primer Ministro Benjamin Netanyahu como el líder de Kajol-Lavan, Benny Gantz expresaron su preocupación por lo que afirmaron era una menor participación en las zonas donde sus partidos lo habían hecho bien en las últimas elecciones.
Gantz y su número dos, Yair Lapid, salieron a las calles de Tel Aviv con megáfonos pidiendo a la gente que votara, y los MKs Gabi Ashkenazi y Moshe Ya’alon fueron enviados a otros bastiones de Kajol-Lavan. Fuentes de Kajol-Lavan dijeron que la participación en Tel Aviv era ridículamente baja, muy por detrás del resto del país.
Netanyahu fue a Ma’ale Adumim y se quejó de la baja participación en Judea y Samaria y en las ciudades en desarrollo del sur. Estuvo en Facebook Live todo el día, instando a los partidarios del Likud a votar. El Likud se quejó de que la prensa había hecho parecer que el Likud estaba muy por delante, desalentando a los partidarios del Likud a votar en las últimas horas.
Hubo quejas todo el día al Comité Central de Elecciones sobre falsificaciones y votos ocultos. Kajol-Lavan se quejó de que la campaña del Likud había manipulado un video de Gantz.
En el video original, Gantz advirtió a los partidarios de Kajol-Lavan “Si no ponen a Kajol-Lavan en la urna, habrá una cuarta elección”. La versión adulterada solo decía: “No pongas a Kajol-Lavan en las urnas”.
El jefe del Comité Central de Elecciones, el Juez de la Corte Suprema Neal Hendel obligó al Likud a quitar el video de sus páginas de Facebook e Instagram y a pagar 7.500 NIS a Kajol-Lavan.