Las FDI están batiendo récords en cuanto al nivel de precisión de las municiones que están utilizando en la Franja de Gaza. En realidad, la guerra es una de las primeras de la historia en la que uno de los bandos solo está utilizando municiones de precisión, con una exactitud de uno o dos metros, salvo en un número muy reducido de casos de lanzamiento de proyectiles de artillería en zonas abiertas donde no hay un enemigo tangible.
En “Guardian de los Muros”, todas las municiones de la Fuerza Aérea están equipadas con sistemas de guía basados en el GPS JDAM, y estas bombas “inteligentes” se consideran “tontas” en comparación con una enorme variedad de misiles de todos los tamaños y tipos que pueden incluso atacar objetivos a través de las ventanas. El gráfico que encabeza el artículo muestra la transición que han experimentado las FDI en cuanto al uso de municiones guiadas de precisión en los últimos años, hasta llegar al nivel máximo.
Sin duda, el uso de armas extremadamente precisas es un gran logro tecnológico, pero también es un requisito operativo a la luz de las condiciones de la guerra contra un enemigo en un entorno civil abarrotado. Supuso un descenso drástico de la cantidad de víctimas no combatientes (entre 100 y 200 durante “Guardián de los Muros”, frente a más de 1.400 como resultado de un número similar de ataques durante toda la “Operación Margen Protector” en 2014).
El número relativamente pequeño de víctimas no combatientes en los combates de esta vez da a Israel un mayor respiro diplomático para actuar en Gaza (pero no mucho). Pero, al mismo tiempo, debemos ser conscientes de que las armas muy precisas tienen una desventaja operativa, ya que reducen en gran medida la presión sobre el enemigo. Cuando Hamás sabe que cada bomba tiene un objetivo muy preciso, puede simplemente evitar estar en los lugares que son objeto de ataque, o estar muy bajo tierra.
Esa es la razón por la que en los campos de batalla no urbanos sigue siendo importante utilizar armas “estadísticas” que cubran el territorio y no solo municiones guiadas de precisión.
La conclusión es que en las condiciones actuales de la guerra en Gaza, lo más que puede esperar Israel es un empate. La única manera de desplazar a Hamás de su posición de relativa comodidad es utilizando municiones que golpeen zonas más amplias, aumentando la probabilidad de que haya víctimas no combatientes, o mediante una operación terrestre, con el alto precio que ello implica. Por lo que se sabe, estas dos opciones no se están considerando. Las FDI han logrado casi todo lo que son capaces de conseguir mediante ataques muy precisos desde lejos.
Así que, en estas circunstancias, un empate (que será percibido por la parte palestina como una victoria) es lo máximo en lo que a nosotros respecta.