El pleno de la Knesset celebra esta noche un acalorado debate para resumir la discusión sobre el presupuesto del Estado y en preparación de la apertura del proceso de votación de unas 780 reservas, antes de que la ley sea aprobada por el pleno en segunda y tercera lectura.
El primer ministro Naftali Bennett pronunció un discurso que fue atacado repetidamente por los miembros de la oposición. “Hemos llegado al momento más importante desde la formación del gobierno, el momento de la aprobación del presupuesto. Es un momento importante. Un momento importante para la estabilidad del país y su vida económica – después de tres años y medio de caos, de gestión fallida y de parálisis del sistema, años en los que el Estado fue una herramienta en un juego personal, años de campañas electorales, una tras otra, sin una decisión”.
“Escuchamos la voz de los ciudadanos de Israel, los que realmente se preocupaban por el destino del país, que veían a los políticos jugar con fuego y romperlo desde dentro. Escuchamos, y tomamos una decisión. Formamos un gobierno en Israel”.

“Nos llamaron inmediatamente para que nos ocupáramos de la Variante Delta, que ya había conseguido entrar en el país y afianzarse. Empezamos con las vacunas de refuerzo antes de que el mundo de la retención. Estamos gestionando el coronavirus, no nos está gestionando a nosotros”.
“No espero reconocimiento ni puntos al respecto, ni de los medios de comunicación ni mucho menos de aquí. Para eso están amigos como Boris Johnson. Y ahora, la siguiente tarea: aprobar un presupuesto para el Estado. La aprobación del presupuesto garantizará la estabilidad y transmitirá a los ciudadanos, al mercado y al mundo que la economía israelí es fuerte y próspera”.
“Para los que no se den cuenta, estamos en un 7 % de crecimiento este año. Es una cifra fantástica. Pero, hay quienes quieren un Estado de Israel estable y hay quienes quieren un Estado en perpetuo caos”.
“Sr. presidente, frente a nosotros, especialmente frente al ala más derechista de este gobierno, hay una perturbada campaña de deslegitimación y de Fake [News]. He aquí un ejemplo de los últimos días de la máquina de mentiras a la que nos enfrentamos. De repente, de la nada, hay una nueva afirmación en el aire: “El gobierno israelí está transfiriendo el dinero de nuestros impuestos a Hamás”. ¿De dónde ha salido? Pues porque alguien, en alguna asociación, recibió —de alguna manera, vale la pena comprobar cómo— permiso para entrar en Gaza y se reunió allí con alguien de Hamás, y todo este incidente tuvo lugar en realidad durante el mandato de Benjamin Netanyahu como primer ministro”, afirmó Bennett.