Israel dijo el lunes que los países interesados en comprar sus tecnologías cibernéticas tendrían que comprometerse a utilizarlas para prevenir una lista limitada de actos terroristas y delitos graves.
La medida anunciada por el Ministerio de Defensa de Israel fue el último paso en la mejora de su supervisión tras la preocupación por los posibles abusos en el extranjero de una herramienta de piratería informática vendida por empresas israelíes como NSO Group.
Un certificado actualizado que deberán firmar los países compradores enumera detalladamente lo que se considera “actos terroristas” -como ataques a personas, instalaciones públicas, incautación de aviones, liberación de sustancias peligrosas-, así como los “delitos graves”, que se refieren a los que merecen una pena de prisión de seis años o más.
“Las definiciones de los delitos graves y los actos terroristas se han afinado para evitar que se difuminen los límites en este contexto”, dijo el Ministerio de Defensa.
También se detallan los usos prohibidos, como la selección de personas por su afiliación política o las aplicaciones que infringen las leyes de privacidad de ese país, por lo que Israel podría revocar las licencias y cerrar los sistemas.
Israel ha estado bajo presión para frenar las exportaciones de software espía desde julio, cuando un grupo de organizaciones de noticias internacionales informó de que la herramienta Pegasus de NSO se había utilizado para hackear teléfonos de periodistas, funcionarios del gobierno y activistas de derechos en varios países.
Esos informes llevaron al Ministerio de Defensa a revisar su política de ciberexportación. El mes pasado se informó de que Israel había reducido la lista de países que podían comprar sus tecnologías cibernéticas de 102 a 37.
Según los datos publicados por la Dirección Cibernética Nacional de Israel, las exportaciones cibernéticas globales en 2020 ascendieron a unos 6.850 millones de dólares. Los conocedores de la industria describen el plan de imponer restricciones a las exportaciones como un “gran golpe”
NSO ha negado cualquier infracción, diciendo que vende sus herramientas sólo a los gobiernos y las agencias de aplicación de la ley y tiene salvaguardias para evitar el mal uso.
El mes pasado, el Departamento de Comercio de Estados Unidos incluyó a NSO en su lista negra, prohibiéndole utilizar tecnología estadounidense. La inclusión en la lista negra ha suscitado dudas sobre las perspectivas financieras de NSO y su capacidad de supervivencia, y la empresa ha reconocido que está tratando de revertir la decisión.