IASI, Rumanía – Un equipo de 40 médicos de la organización israelí United Hatzalah aterrizó en Rumanía el jueves por la mañana en la primera etapa de su viaje para dotar de personal a tres hospitales de campaña en la frontera con Moldavia para los refugiados ucranianos que huyen de la invasión rusa, informa The Times of Israel.
El equipo está formado por paramédicos y médicos voluntarios, así como por miembros de la Unidad de Psicotrauma y Respuesta a la Crisis de la organización, que presta ayuda sobre el terreno a personas que sufren traumas.
La Dra. Einat Kaufman, que dirige la Unidad de Psicotrauma y Respuesta a la Crisis, dijo que su equipo ayudará a cualquiera que necesite su asistencia en la frontera, sin importar su nacionalidad.
“Estas personas lo han perdido todo de repente. Sus vidas, sus identidades, todo en un día”, dijo a The Times of Israel.
“Hay tantas capas diferentes de trauma que estas personas pueden estar sufriendo, y cuanto más cerca están de un evento traumático, más probable es que sufran de TEPT”, añadió, explicando que el equipo de psicotraumatología será a menudo los primeros voluntarios con los que se encuentren los necesitados, a veces incluso antes de que reciban atención por cualquier lesión física.
Muchos de los médicos esperan estar desplegados durante unas dos semanas, pero la rápida evolución de la crisis significa que algunos podrían estar fuera de casa durante más tiempo.
“Cuando eres voluntario en esta unidad, sabes que siempre tienes que estar preparado con una maleta”, dijo Kaufman.
Kaufman ha sido voluntaria en trabajos de emergencia en traumatología durante varios años, pero este viaje es la primera vez que se despliega con su hija, Lynn Rogovski, de 24 años, médico de la organización.
“Durante años [mi madre] ha hecho esto, volar a diferentes lugares”, dijo Rogovski a The Times of Israel. “Y por fin puedo ir con ella. Es emocionante”.
Miri Shvimmer, otra médica que trabaja en la unidad de traumatología, dijo que siente una conexión con la crisis de los refugiados debido a su propia historia familiar.
“Hace varias décadas éramos nosotros”, dijo. “Es inquietante ver que sigue ocurriendo, a personas inocentes, por lo que es importante actuar”.
“Mis abuelos estuvieron en Auschwitz. Siempre nos dijeron que hubo gente que ayudó, pero muchos no lo hicieron”, dijo. “Y al ir a ayudar ahora, se demuestra que somos un país y un pueblo que viene y quiere ayudar”.
Shvimmer dijo que cree que muchos de los que ayudan estarán lidiando con un trauma emocional después de que sus vidas fueron puestas al revés.
“Podemos ayudarles dándoles fuerza, ayudándoles a sentir sus pies en el suelo de nuevo”, dijo Shvimmer a The Times of Israel.
Decenas de miles de refugiados cruzan diariamente las fronteras de Ucrania hacia los países vecinos del oeste: Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Hungría y Moldavia.
Muchos llegan a la frontera con poco más que su documentación y las bolsas que pueden llevar. Algunos están heridos y otros enfermos, lo que contribuye a una creciente crisis humanitaria agravada por el intenso frío.
El avión especialmente fletado que partió de Israel el jueves también llevaba 15 toneladas de ayuda humanitaria, gran parte de ella material médico para los hospitales de campaña.
También enviaron alimentos, ropa de abrigo, mantas, almohadillas térmicas, pañales, leche de fórmula y productos de higiene femenina.
“Llevamos todo lo que se nos ocurre que puedan necesitar”, dijo un portavoz de la organización de ayuda.
En una medida que distingue al equipo de otras organizaciones de ayuda, también están transportando tres rollos de la Torá para que los utilicen los miembros observantes de sus equipos sobre el terreno.
El avión regresará a Israel más tarde en el día llevando a unos 160 refugiados con ciudadanía israelí de vuelta a Israel.
“La complejidad de esta operación es inmensa. Implica permisos de viaje, relaciones diplomáticas y desplazamientos entre tres países por tierra y por aire”, dijo Eli Beer, presidente de United Hatzalah.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la agencia de refugiados del organismo internacional, dijo el jueves que más de un millón de personas se han convertido en refugiados como resultado de los combates en Ucrania, con la preocupación de que la cifra podría seguir aumentando exponencialmente.
El transporte aéreo es el último de una serie de entregas enviadas desde Israel esta semana a Ucrania y sus países vecinos para hacer frente a la creciente crisis humanitaria, con 100 toneladas enviadas por el gobierno en tres aviones el miércoles.
Los funcionarios han dicho que la ayuda humanitaria podría ampliarse si fuera necesario, mientras que se niegan a enviar ayuda militar a Ucrania debido a la delicada relación de Israel con Rusia por las operaciones de seguridad en Siria.