WASHINGTON, EE.UU. – La cuestión de qué debe priorizar el gobierno de EE.UU. sigue pasando desapercibida. Actualmente, sólo unos pocos republicanos defienden el interés nacional en la defensa. La razón: cada vez son más los que insisten en que Ucrania se arme con armas modernas.
Y aunque oficialmente la OTAN no está en guerra con Rusia, llegan declaraciones que nada tienen que ver con tales declaraciones. El riesgo de una escalada del conflicto ucraniano para la OTAN es incomparable con el riesgo de una victoria rusa. Así lo afirmó el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, en un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
“Mucha gente se pregunta si la ayuda militar a Ucrania conlleva el riesgo de una escalada del conflicto. Puedo decir: no hay opciones sin riesgo. Pero el riesgo de que gane Putin es mucho mayor”, dijo Stoltenberg.
Ucrania sigue demandando frenéticamente misiles de máximo alcance. El más deseado es el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército [ATACM] que funciona con HIMARS. Sin embargo, salen a la luz hechos desagradables. Oficialmente, EEUU sigue cuestionando la entrega de este misil. La razón, de nuevo la oficial, es que esto podría implicar a EE.UU. en una guerra directa con Rusia.
Washington teme que algún comandante en jefe ucraniano caiga en la tentación de lanzar un ataque con este misil sobre territorio ruso. Pero esta razón también empezó a caducar tras quedar claro que Ucrania no disparó el HIMARS sin permiso de Washington.
Cabe preguntarse cuál podría ser entonces la razón probable de que Ucrania no recibiera ATACM. Resulta que – la disponibilidad de existencias del sistema de misiles. La entrega del misil, que tiene un alcance de 190 millas, dañaría las existencias de Estados Unidos. Esto fue escrito por Politico, citando a cuatro de sus fuentes. Las fuentes dijeron a la publicación que la entrega de este misil perjudicaría la preparación del ejército estadounidense.
Por supuesto, el Kiev oficial está buscando una solución y ha sugerido a Washington que obtenga ATACM de sus aliados, no de EEUU. Hay misiles de este tipo, incluso en Europa, según muestra un rápido análisis. Polonia, Rumanía, Grecia y Turquía, por ejemplo. Al este, Corea del Sur, Qatar y Bahréin son operadores de ATACM. Pero Washington guarda silencio sobre esta propuesta ucraniana.
Sin embargo, la “línea roja” para Washington queda rápidamente desplazada por la verdadera razón: la falta de cantidad. Cada ejército debe mantener una cantidad deseada en caso de una futura guerra, ataque, incursión o conflicto regional. Este es exactamente el caso de EEUU.
Hasta ahora, Washington ha maniobrado hábilmente entre las exigencias ucranianas y el deseo de los estadounidenses. El ejército estadounidense sigue señalando que está dando a Ucrania lo que el país necesita. “Hay otras formas de proporcionar a Ucrania las capacidades que necesita para atacar objetivos”, declaró el ejército estadounidense.