El presidente de la Knesset, Amir Ohana, anuncia un recorte de 80 millones de shekel del presupuesto operativo de la Knesset, que esta transferirá al esfuerzo de guerra.
La oficina de Ohana dice que este recorte representa el 17,5 % de los gastos no fijos de la Knesset, y que los salarios y otras obligaciones exigidas por la ley no se ven afectados por el recorte.