Un terrorista de la fuerza de élite Nukhba de Hamás que fue capturado por Israel durante la masacre del 7 de octubre dijo a los interrogadores del Shin Bet que había recibido órdenes de matar a niños israelíes, informa Haaretz.
“Crecerán y se convertirán en soldados”, explicó, según Haaretz.
Continuó justificando la decapitación de víctimas israelíes, diciendo que lo hacía para “sembrar el miedo” entre el público israelí.
El terrorista dijo que no se arrepentía de nada de lo que había hecho y afirmó que en “términos de brutalidad, no hay diferencia” entre los actos llevados a cabo por Hamás y los realizados por el ISIS, informa Haaretz.