Fuentes cercanas han informado que los puertos turcos ya están aplicando una directriz no oficial que prohíbe las exportaciones de mercancías hacia los puertos de Haifa y Ashdod en Israel. Asimismo, se ha impedido la descarga de mercancías israelíes en los puertos turcos.
El 1 de abril, se reveló que Turquía había comenzado a limitar la exportación de bienes a Israel de manera extraoficial. Agentes involucrados con los importadores israelíes atribuyeron los retrasos a decisiones gubernamentales. Además, se reportaron restricciones en la capacidad de los funcionarios de aduanas para imponer derechos de exportación a los envíos desde Turquía hacia Israel, con errores en el sistema informático que indicaban: “Error, no se puede proceder con la declaración solo para las exportaciones a Israel”.
Una semana más tarde, el Ministerio de Comercio de Turquía anunció oficialmente la prohibición de exportar 54 artículos a Israel, principalmente insumos para la construcción, incluyendo mármol, cemento, acero y aluminio.
En marzo, las exportaciones turcas a Israel alcanzaron los 437 millones de dólares, un máximo histórico desde el inicio de la guerra, mientras que las importaciones desde Israel fueron de 167 millones de dólares, según datos de la Oficina de Estadísticas de Turquía.
Este cambio en la política comercial turca parece ser una respuesta a la derrota histórica del Partido de la Justicia y el Desarrollo del presidente Recep Tayyip Erdogan en las recientes elecciones locales. La medida refleja un intento de alinearse con las posturas antiisraelíes de su electorado.
Hace aproximadamente diez días, durante una conferencia de prensa con el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, Erdogan declaró: “Ya no mantenemos estrechos lazos comerciales con Israel, se acabó”. Esta situación es vista por los empresarios turcos como una crisis sin precedentes, incluso superando las tensiones durante la crisis de la flotilla de Mármara Gaza en 2010.