Según informes, los funcionarios de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu están evaluando un posible plan para la Gaza posguerra que implicaría que Israel comparta la supervisión de la Franja con una alianza de países árabes, incluyendo Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, según reporta The New York Times.
Es probable que el plan, que aún es vago, sea rechazado por los socios árabes propuestos por Israel, dado que no propone un camino explícito hacia un Estado palestino. También podría ser desaprobado por los socios de extrema derecha de Netanyahu, ya que no descarta de manera explícita el regreso de la Autoridad Palestina a Gaza ni el eventual establecimiento de un Estado palestino.
La propuesta sugiere que la alianza árabe-israelí, en colaboración con Estados Unidos, designaría a líderes en Gaza para redesarrollar el territorio devastado, reformar su sistema educativo y mantener el orden. Según el plan, después de un periodo de entre siete y diez años, se permitiría a los habitantes de Gaza votar si desean ser absorbidos por una administración palestina unida que también gobernaría en Judea y Samaria. El plan no especifica claramente si esta administración unida constituiría un Estado palestino soberano o si incluiría a la Autoridad Palestina.
Este plan fue concebido en noviembre por un grupo de empresarios, algunos de los cuales están cercanos a Netanyahu, según el informe. Se ha presentado al ex primer ministro británico Tony Blair, quien está en contacto con altos funcionarios saudíes. Un empresario palestino también ha estado involucrado en la promoción de la idea entre los funcionarios estadounidenses.