La guerra en curso contra el grupo terrorista Hamás se estima que costará a Israel 253 mil millones de NIS (67 mil millones de dólares) en gastos de defensa, necesidades civiles y pérdida de ingresos fiscales entre 2023 y 2025, según el gobernador del banco central de Israel, Amir Yaron.
Durante una conferencia, Yaron advirtió que los costos de seguridad y civiles de la guerra son “significativos” y representan una carga presupuestaria. Además, se espera que el presupuesto de seguridad futuro crezca permanentemente y tenga un impacto macroeconómico, alertando contra la concesión de un “cheque en blanco” al ejército.
“Una economía próspera requiere seguridad, y la seguridad requiere una economía próspera. Por lo tanto, la guerra no debe traer consigo un cheque en blanco para gastos de defensa permanentes, y deben encontrarse los equilibrios adecuados,” declaró Yaron en una conferencia en el Colegio de Estudios Académicos de Gestión.
Un desglose de la estimación más reciente del costo de la guerra muestra que casi la mitad del gasto bélico, o 118 mil millones de NIS, será necesario para cubrir las necesidades de defensa del país, y 38 mil millones de NIS para el gasto civil hasta 2025, incluyendo el costo de evacuar a los civiles y proporcionar vivienda para los evacuados, así como otros daños. El banco central anticipa otros 35 mil millones de NIS en ingresos fiscales perdidos debido a la guerra y 23 mil millones de NIS para compensar los daños directos de la guerra.
Se esperan otros 9 mil millones de NIS en gastos derivados de pagos de intereses a medida que aumentan el nivel de deuda del gobierno y los costos de endeudamiento.
La cifra de 253 mil millones de NIS es más alta que una estimación previa de alrededor de 200 mil millones de NIS proporcionada al inicio de la guerra.