La región se encuentra en estado de alerta ante una posible represalia de Israel contra Hezbolá, después de un letal ataque con cohetes ocurrido el sábado. Mientras tanto, diplomáticos occidentales están pidiendo una desescalada de la situación, y funcionarios israelíes han indicado que la respuesta será significativa, pero sin llegar a un conflicto generalizado.
De acuerdo con funcionarios israelíes citados por Reuters, Israel tiene la intención de infligir daños a Hezbolá sin desencadenar una guerra regional en Medio Oriente. Sin embargo, otros oficiales mencionaron que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se están preparando para varios días de combates con el grupo terrorista libanés respaldado por Irán.
El ataque de Hezbolá el sábado en la ciudad drusa de Majdal Shams, ubicada en los Altos del Golán, se saldó con la muerte de 12 niños que jugaban en un campo de fútbol, alcanzados por un cohete Falaq-1 de fabricación iraní con una ojiva de más de 50 kg de explosivos, según informaron las autoridades israelíes.
Durante una visita a Majdal Shams el lunes, el primer ministro Benjamin Netanyahu expresó: “Estos niños son nuestros hijos; son hijos de todos nosotros”. Netanyahu también afirmó que “Israel no puede permitir que esto pase inadvertido. Nuestra respuesta llegará y será dura”.
Una fuente diplomática israelí, que prefirió permanecer en el anonimato, señaló a Reuters que “la estimación es que la respuesta no conducirá a una guerra total… Eso no sería de nuestro interés en este momento”.
Blinken insta a Israel y Hezbolá a evitar escalada de violencia
El lunes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, conversó con el presidente de Israel, Isaac Herzog, resaltando la necesidad de evitar una escalada de violencia entre Israel y Hezbolá. Según un comunicado del Departamento de Estado, Blinken subrayó la importancia de encontrar una solución diplomática que permita a los ciudadanos a ambos lados de la frontera entre Israel y Líbano regresar a sus hogares.
Por otro lado, altos funcionarios libaneses han estado en contacto con Amos Hochstein, asesor del presidente Joe Biden, para también tratar de evitar una escalada, según declaró un diplomático libanés anónimo. En paralelo, la Casa Blanca reafirmó que Israel tiene derecho a responder a Hezbolá tras el reciente ataque, aunque se mostró optimista respecto a evitar un conflicto más amplio.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, indicó a la prensa que las conversaciones entre funcionarios estadounidenses e israelíes continuaron durante el fin de semana y que la posibilidad de un conflicto generalizado es “exagerada”. Kirby expresó su confianza en que se pueda evitar una guerra a gran escala, mencionando que las predicciones de una “guerra total” en los últimos meses no se han materializado.
Finalmente, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL) intensificó sus esfuerzos de mediación entre Israel y Líbano para calmar las tensiones. Su portavoz, Andrea Tenenti, advirtió que aunque nadie desea un conflicto mayor, un error de cálculo podría desencadenarlo, pero aún existe margen para una solución diplomática.
Diplomático occidental no anticipa guerra a gran escala entre Israel e Irán
Un diplomático occidental, cuyo país participa en esfuerzos para evitar un conflicto mayor, afirmó a The Associated Press que no espera que la respuesta de Israel resulte en una guerra a gran escala. Según sus palabras, Israel busca “tomar una posición” sin desencadenar un conflicto generalizado. “Es seguro que habrá una represalia. Será simbólica. Puede ser espectacular, pero no será motivo para que ambas partes se embarquen en una escalada general”, comentó el diplomático, que prefirió permanecer en el anonimato.
Por otro lado, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, advirtió que cualquier ataque israelí contra el Líbano tendrá serias repercusiones para Israel. En una conversación con el presidente francés, Emmanuel Macron, Pezeshkian aseguró, según medios estatales iraníes, que “cualquier posible ataque israelí al Líbano tendrá graves consecuencias para Israel”.
Ataque directo de Irán contra Israel con más de 300 misiles y drones
A principios de este año, Irán ejecutó su primer ataque directo contra Israel, disparando más de 300 misiles y drones hacia el territorio israelí. La mayoría de estos proyectiles fueron interceptados por las defensas aéreas de Israel y la colaboración de sus aliados. Sin embargo, una niña de siete años resultó gravemente herida por la metralla de una de las interceptaciones.
El ataque iraní fue una represalia por un supuesto ataque aéreo israelí ocurrido dos semanas antes, que tuvo como objetivo un edificio cercano al consulado iraní en Damasco. En ese incidente murieron siete miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluidos dos generales.
Paralelamente, en el Líbano se intensificó la actividad diplomática ante la expectativa de una posible respuesta israelí al ataque de Hezbolá. El primer ministro interino libanés, Najib Mikati, se involucró en “contactos diplomáticos intensivos después de las recientes amenazas israelíes contra el Líbano”. Esto incluyó una llamada con el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, quien reiteró el llamado a todas las partes para “ejercer la moderación y evitar una escalada”.
Lammy también expresó su preocupación por el aumento de la tensión en la región a través de las redes sociales, y elogió la declaración del gobierno libanés que pedía el cese de toda violencia. “Ambos coincidimos en que la ampliación de la guerra en la región no beneficia a nadie”, concluyó Lammy.
Hezbolá se reúne con ministro libanés y ONU
Este lunes, Ammar Moussawi, jefe de relaciones exteriores de Hezbolá, se reunió con Abdallah Bou Habib, ministro de Asuntos Exteriores del Líbano, según confirmaron un diplomático libanés y un funcionario de Hezbolá bajo condición de anonimato. Durante la reunión, Bou Habib resaltó la importancia del “autocontrol para evitar una guerra regional” en su encuentro con Jeanine Hennis-Plasschaert, Coordinadora Especial de la ONU para el Líbano.
La noche del domingo, el gabinete israelí otorgó a su primer ministro, Benjamin Netanyahu, y al ministro de Defensa la autoridad para decidir sobre la “forma y el momento” de la respuesta a las acciones de Hezbolá. Desde el 8 de octubre, este grupo ha lanzado cohetes hacia el norte de Israel, lo que ha generado ataques de represalia y ha incrementado el riesgo de una expansión de la guerra más allá de Gaza.
Los enfrentamientos han causado la muerte de 24 civiles israelíes, así como de 18 soldados y reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Además, han ocurrido varios ataques desde Siria, aunque sin causar heridos. Hezbolá ha informado de la muerte de 383 de sus miembros en los enfrentamientos, mayoritariamente en el Líbano, con algunos casos en Siria. Asimismo, 68 miembros de otros grupos terroristas, un soldado libanés y decenas de civiles han perdido la vida en Líbano.