El gigante de los semiconductores Intel iniciará mañana (lunes) el despido de más de 17,000 empleados a nivel global, según fuentes citadas por “Globes”.
Este plan de racionalización, el mayor en la historia de la empresa, afectará también a los empleados en Israel, donde Intel es el mayor empleador del sector tecnológico.
Desde mañana, Intel enviará detalles sobre los programas de retiro voluntario y solicitará a los interesados que se inscriban.
Conocido internamente como Corporate People Movement (CPM), este programa permitirá a los empleados cercanos a la edad de jubilación o con bajo rendimiento abandonar voluntariamente la empresa, recibiendo un pago único de indemnización y una pensión incentivada.
“Oregon Live” ha informado sobre los planes de despido en Estados Unidos, destacando que los empleados de la planta de producción y desarrollo en Portland fueron informados de que, tras la inscripción en el programa de jubilación voluntaria que comienza mañana, el proceso de despido se iniciará “algún tiempo después y avanzará rápidamente”, aunque solo se implementará después de conocer cuántos empleados se inscriben en el programa de retiro.
Los empleados que sean seleccionados para el despido conocerán su destino a principios de octubre, y el proceso debería finalizar antes del 15 de noviembre, fecha en la que la empresa pretende reducir su plantilla en un 15%.
A largo plazo, Intel busca recortar costos en 10,000 millones de dólares anuales, ya que la empresa está enfrentando una disminución en ingresos, cuota de mercado y valor tanto en ordenadores como en servidores.
El viernes pasado, tras presentar resultados financieros peores de lo esperado y anunciar los despidos, el valor de mercado de Intel cayó por debajo de los 100,000 millones de dólares, situándose en 97,000 millones.
Intel, que emplea a 124,800 personas en todo el mundo, cuenta con aproximadamente 11,000 empleados en Israel, distribuidos en Haifa, Jerusalén, Petah Tikva y Kiryat Gat.
El mes pasado, Intel notificó a al menos doce proveedores y contratistas la suspensión de las obras de su nueva fábrica de 25,000 millones de dólares en Kiryat Gat, Fab 38, debido a problemas de flujo de caja y la decisión de retrasar las adquisiciones hasta reclutar clientes para la nueva instalación.
Pat Gelsinger, director ejecutivo de Intel, expresó a los empleados en Portland: “No me siento bien hoy. He sufrido por este día durante las últimas tres o cuatro semanas.
Muchas noches me despierto a las 2 de la mañana porque sé que lo que hacemos y cómo los estamos afectando a ustedes y a sus familias es importante”, según informó “Oregon Live”.