El teniente general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), aseguró que los residentes desplazados del norte del país podrán regresar a sus hogares. Estas declaraciones llegaron tras el asesinato del comandante principal de Hezbolá, Ibrahim Aqil, y otros líderes terroristas en un ataque en Beirut el pasado viernes, un hecho que Halevi elogió.
En un mensaje grabado en video desde la base aérea de Tel Hanof, ubicada en el centro de Israel, Halevi, situado frente a un avión de combate F-15, expresó que la muerte de Aqil “sacudiría” a la organización Hezbolá. Según el general, Aqil y otros comandantes habían “planeado durante años la ocupación de Galilea” y fueron responsables de la muerte de muchos israelíes, tanto civiles como soldados, a lo largo de los años.
El general Halevi también coincidió con las declaraciones previas del presidente Isaac Herzog, al afirmar que estos líderes terroristas estaban “preparando su próximo ataque”, posiblemente discutiendo en esa reunión del viernes cómo infiltrarse en Israel, asesinar civiles y secuestrar soldados de las FDI. En este contexto, subrayó que la operación realizada por Israel enviaba un “mensaje claro” a Hezbolá, demostrando la capacidad israelí de alcanzar a cualquiera que represente una amenaza para sus ciudadanos.
“El precio que Hezbolá está pagando ha aumentado, y nuestros ataques continuarán incrementándose”, afirmó Halevi, aludiendo a los cientos de objetivos terroristas en Líbano que han sido bombardeados por aviones de las FDI en los últimos días.
Además, prometió que los residentes desplazados del norte regresarían sanos y salvos a sus hogares. “Si Hezbolá no ha entendido el mensaje, recibirá golpe tras golpe hasta que lo comprenda”, advirtió el jefe militar.
Por otro lado, Halevi destacó que Israel aún cuenta con “muchas más capacidades que no hemos desplegado”, y aseguró que el país se encuentra “en un alto nivel de preparación tanto ofensiva como defensiva”. También hizo referencia a los esfuerzos en curso para liberar a los rehenes retenidos por Hamás en Gaza desde el 7 de octubre, describiendo esta tarea como “una prioridad urgente”, incluso mientras Israel enfrenta la guerra en el norte.