El papa Francisco sufrió un broncoespasmo severo que provocó vómitos e inhalación, lo que llevó a una crisis respiratoria, según informó el Vaticano. A raíz del episodio, recibió ventilación no invasiva y mostró una respuesta favorable. Actualmente, respira con una mascarilla que cubre nariz y boca, sin necesidad de intubación.
Pese a mantenerse alerta y orientado, su estado sigue siendo delicado. Los médicos continúan evaluando el impacto de la crisis. Antes del incidente, el pontífice dedicó la mañana a la oración y a su terapia respiratoria, además de recibir la Eucaristía.
Este no es el primer episodio desde su hospitalización hace casi tres semanas. El sábado, experimentó dificultades respiratorias y un episodio aislado de tos y vómitos, según fuentes vaticanas. Actualmente, usa una nueva mascarilla y respira con normalidad.
En el Desayuno Nacional de Oración, el vicepresidente JD Vance incluyó al papa en sus plegarias, a pesar de sus diferencias políticas. Destacó el impacto del pontífice durante la pandemia y recordó su icónica imagen en una Plaza de San Pedro vacía, sosteniendo la Eucaristía.
Las tensiones entre el Papa y distintos sectores políticos han sido evidentes. Recientemente, Francisco criticó las deportaciones masivas impulsadas por la administración Trump, advirtiendo sobre sus consecuencias negativas.
El líder espiritual judío de Roma, Riccardo Di Segni, también cuestionó al pontífice por su enfoque en la guerra de Gaza, señalando que su indignación parece selectiva frente a otras crisis humanitarias en el mundo. Durante un evento de diálogo interreligioso, advirtió que Francisco no denuncia el sufrimiento de manera equitativa.
Francisco ha calificado la situación en Gaza como “grave y vergonzosa”, lo que ha generado fricciones con Israel. A finales de noviembre, sus declaraciones sobre la “arrogancia del invasor” en Ucrania y Palestina marcaron un giro en la posición del Vaticano, provocando el rechazo del gobierno israelí, que lo acusó de aplicar un doble rasero.