El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Israel Katz, instruyeron el sábado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para que se alisten con el fin de proteger la ciudad de Jaramana, en las afueras de Damasco, una zona habitada principalmente por drusos.
Un comunicado de la oficina de Katz denunció que las fuerzas del régimen sirio estaban atacando el suburbio de Damasco en ese momento.
Reportes desde Siria indicaron que autoridades del nuevo gobierno sirio se enfrentaron con hombres armados drusos locales durante una operación de seguridad en Jaramana. En el enfrentamiento, un oficial sirio murió y otro fue capturado, aunque posteriormente recuperó la libertad.
Katz advirtió que no permitirán que el régimen islámico extremista de Siria cause daño a la comunidad drusa. «Si el régimen perjudica a los drusos, responderemos con ataques», afirmó.
El ministro también aseguró que Israel hará lo necesario para garantizar la seguridad de la comunidad drusa en Siria. «Nos comprometemos ante nuestros hermanos drusos en Israel a evitar que sus familiares en Siria sean perjudicados, y tomaremos todas las medidas necesarias para protegerlos», agregó.
Las declaraciones israelíes surgieron tras los disturbios del viernes en Jaramana. Un integrante de las fuerzas de seguridad ingresó al asentamiento druso y comenzó a disparar al aire, lo que derivó en un tiroteo con combatientes locales y en su muerte.
El sábado, combatientes provenientes del suburbio de Mleiha, en Damasco, llegaron a Jaramana, donde se enfrentaron con drusos armados. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, el choque dejó un combatiente druso muerto y nueve heridos.
Autoridades israelíes han reiterado advertencias al gobierno sirio sobre la importancia de proteger a los drusos en el suroeste de Siria y han mantenido diálogos con líderes extranjeros al respecto, incluyendo la situación de los kurdos en la región.
Cuando el régimen de Bashar al-Assad colapsó en diciembre, las FDI establecieron una zona de amortiguación en el lado sirio de la frontera.
Las FDI describieron esta presencia como temporal y defensiva, aunque Katz declaró que las tropas israelíes seguirán en nueve puestos del ejército en la zona «por tiempo indefinido».
Netanyahu, el lunes, reafirmó que las fuerzas israelíes permanecerán en la zona de amortiguación en los Altos del Golán y en el lado sirio del Monte Hermón sin una fecha límite. «Exigimos la retirada total de las tropas del nuevo régimen sirio en las provincias de Quneitra, Daraa y Suweyda. No aceptaremos ninguna amenaza contra los drusos en el sur de Siria», sentenció.
Días atrás, surgieron reportes sobre el inicio de un programa piloto israelí para permitir que drusos sirios trabajen en ciudades israelíes en los Altos del Golán.
El plan, impulsado por los drusos del Golán, buscó el apoyo de funcionarios de seguridad y del ejército israelí para brindar ayuda a sus familiares del otro lado de la frontera, informó la emisora pública Kan. El mayor general Ghassan Alian, coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios y miembro de la comunidad drusa, lidera la iniciativa.
En su primera fase, el proyecto permitiría que decenas de drusos sirios laboren en los sectores de construcción y agricultura en ciudades drusas del Golán.
Israel tomó el control de la mayor parte de los Altos del Golán durante la Guerra de los Seis Días de 1967, tras frustrar los planes de invasión de varios ejércitos árabes. En 1981, Jerusalén anexó el territorio, aunque solo Estados Unidos reconoció esta acción. La ONU estableció una zona de amortiguación patrullada para separar a las fuerzas israelíes y sirias.
Antes de la llegada de los grupos rebeldes a Damasco, las fuerzas leales a Assad abandonaron posiciones en el sur de Siria. Netanyahu calificó la situación como un «vacío en la frontera de Israel».
Para Naciones Unidas, la ocupación israelí de la zona de contención representa una violación del acuerdo de retirada de 1974. Israel, en contraste, argumentó que el pacto se ha vuelto inviable, dado que una de las partes ya no está en condiciones de cumplirlo.