El jefe saliente de las FDI y el comandante del Comando Sur detallaron errores de inteligencia y operación que permitieron el ataque del 7 de octubre de 2023.
Altos mandos reconocen errores antes del ataque de Hamás
El jefe saliente de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, y el comandante del Comando Sur analizaron las graves fallas operativas e de inteligencia que facilitaron el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023. La semana pasada, presentaron sus hallazgos a los jefes de los consejos locales del sur, según grabaciones filtradas y transmitidas el domingo.
Halevi admitió que él y las FDI subestimaron la capacidad de Hamás para ejecutar un ataque sorpresa de gran magnitud, que dejó aproximadamente 1.200 muertos y 251 personas secuestradas. Aseguró que la principal preocupación militar estaba centrada en otras fronteras y no en la Franja de Gaza.
El jefe militar reconoció que la concepción estratégica de las FDI “colapsó” aquel día, y que muchas de las víctimas intentaron comunicarse con las fuerzas de seguridad en sus últimos momentos. “Sé que muchas personas fueron asesinadas y que sus últimas palabras fueron: «¿Dónde están las FDI?». Lo sé. Es muy difícil para nosotros”, afirmó.
Halevi explicó que las FDI nunca consideraron viable un ataque de esta magnitud y confiaban en recibir advertencias previas de los servicios de inteligencia. Sin embargo, el sistema de defensa basado en la valla de seguridad y la presencia de tropas resultó insuficiente. “Nuestra evaluación colapsó”, agregó.
Las señales previas al ataque no fueron interpretadas correctamente
El jefe de las FDI reveló que, en la jerarquización de amenazas, Gaza era considerada la menos preocupante. “Pensábamos que la barrera subterránea era muy eficiente, que la inteligencia era avanzada y que la topografía nos beneficiaba. En cambio, priorizamos la frontera norte con Hezbolá”, explicó.
Halevi también abordó el caso del kibutz Nir Oz, donde un cuarto de la población fue asesinada o secuestrada. Aseguró que tropas de las FDI fueron enviadas, pero enfrentaron combates en el camino y no llegaron hasta después de la retirada de los atacantes. “Los resultados fueron terribles. Como me dijo alguien de Nir Oz, el primer soldado llegó después de que el último terrorista se había ido. Eso es lo peor que pudimos escuchar”, lamentó.
Datos clave sobre los fallos de seguridad en el ataque
- El ataque del 7 de octubre dejó 1.200 muertos y 251 rehenes.
- Las FDI subestimaron la capacidad militar de Hamás y no consideraron realista un ataque de esta magnitud.
- Se recibieron indicios de actividad sospechosa en Gaza la noche anterior, pero no se interpretaron como una amenaza inminente.
- La alerta general de las FDI no se elevó a tiempo, lo que impidió una respuesta más rápida.
- Algunas comunidades atacadas no recibieron asistencia militar hasta después de la retirada de los terroristas.
Advertencias previas fueron desestimadas por los mandos
Halevi mencionó que hubo señales previas al ataque, como la activación de tarjetas SIM israelíes por parte de miembros de Hamás el 6 de octubre, un hecho que se había repetido entre 10 y 12 veces el año anterior sin consecuencias. Además, los movimientos de líderes de Hamás fueron monitoreados, pero las evaluaciones consideraron que todo era parte de la rutina.
Según el jefe militar, en las semanas previas al ataque, la principal preocupación de Hamás parecía centrarse en Judea y Samaria, lo que llevó a las FDI a considerar ataques selectivos contra figuras clave en Gaza. “Mucho de lo que vimos en las horas previas a la invasión lo atribuimos a su conocimiento de que el gabinete podría aprobar un nuevo ataque selectivo”, explicó.
Las señales de alarma llegaron a los altos mandos militares a las 3:00 a.m. del 7 de octubre, unas tres horas y media antes del inicio del ataque. Halevi reconoció que esta reacción fue tardía: “Las primeras señales llegaron entre las 9:00 y 9:30 de la noche anterior… Pero fueron insuficientes”.
El jefe del Comando Sur también admite fallos
El Mayor general Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur, también reconoció que hubo señales preocupantes antes del ataque, pero que no fueron consideradas lo suficientemente urgentes. “Pasé toda la noche revisando evaluaciones. Interrogué a cuatro oficiales de inteligencia independientes y la conclusión fue que no había una amenaza inminente”, señaló.
Finkelman afirmó que la inteligencia indicaba que la Nukhba, la fuerza de élite de Hamás, operaba con normalidad y no estaba en estado de alerta. “Estas fueron las realidades de inteligencia que recibí. Independientemente de ello, el comandante es responsable de todo, incluida la inteligencia”, declaró.
El oficial detalló que, aunque se tomaron algunas medidas, fueron insuficientes. “Redistribuimos a algunos comandantes, pero no a todos, y así fue como nos sorprendió el ataque a las 6:29 a.m”, explicó.
A pesar de los fallos, Finkelman defendió la actuación de las tropas que respondieron al ataque. “Hubo comunidades que quedaron indefensas, pero las fuerzas disponibles combatieron con valentía”, dijo. Sin embargo, admitió que hubo errores en la evacuación de civiles. “La velocidad, el método y la actitud con que manejamos la evacuación no fueron adecuados. Lo considero un error personal”, concluyó.