Una operación aérea israelí alcanzó el lunes por la noche una instalación militar en las cercanías de Tartus, en la costa noroeste de Siria. Medios locales informaron sobre el ataque, y la agencia estatal SANA mencionó incursiones de aviones israelíes sin registrar víctimas en el momento del informe.
Según SANA, unidades de defensa civil y equipos especializados estaban verificando los objetivos impactados. Más tarde, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la ofensiva en el noroeste de Siria, precisando que su objetivo fue una instalación militar en Qardaha, al este de Latakia, donde se almacenaban armas.
El ejército israelí justificó el ataque en respuesta a recientes eventos en la región y afirmó que continuará vigilando el territorio sirio en busca de amenazas. Qardaha, ubicada a unos 60 kilómetros de Tartus, es la ciudad natal del depuesto Bashar al-Assad.
La semana anterior, las FDI llevaron a cabo ataques en el sur de Siria contra sitios militares con arsenales. En uno de los bombardeos, dirigido a un cuartel general al suroeste de Damasco, murieron al menos dos personas.
El mes pasado, el primer ministro Benjamin Netanyahu exigió la desmilitarización total del sur de Siria y advirtió que Israel no tolerará la presencia de fuerzas del nuevo gobierno islamista cerca de su frontera. Desde el inicio de la guerra civil siria en 2011, Israel ha realizado numerosos ataques contra posiciones gubernamentales y objetivos relacionados con Irán.
El día en que Assad fue derrocado, Israel anunció el despliegue de tropas en la zona de amortiguamiento supervisada por la ONU en los Altos del Golán. Aunque las FDI han descrito esta presencia como temporal y defensiva, el ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que las tropas permanecerán en nueve puestos militares de manera indefinida.
Durante la conferencia de diálogo nacional de Siria la semana pasada, los participantes condenaron las declaraciones de Netanyahu y exigieron que la comunidad internacional presione a Israel para detener incursiones y agresiones.
Los líderes israelíes han advertido reiteradamente a Siria contra posibles ataques a la población drusa en el suroeste del país. Además, han mantenido contacto con mandatarios extranjeros para subrayar la importancia de proteger tanto a los drusos como a los kurdos sirios.
El fin de semana pasado, Israel amenazó con tomar represalias tras disturbios en un suburbio de Damasco habitado por miembros de la comunidad drusa.