Ahmed y Mahmoud Zidaat, originarios de Hebrón, recibieron cadena perpetua más 60 años por asesinar a Edna Blustein, de 79 años, y herir a otras 18 personas en un ataque con vehículo en Ra’anana en junio pasado.
El tribunal también ordenó a los culpables pagar 2,3 millones de shekels como compensación a las víctimas del atentado.
Durante la sentencia, el juez Hagai Tarsi, presidente del panel judicial, expresó su solidaridad con la familia de Blustein y la comunidad afectada. Subrayó el impacto duradero del crimen y afirmó que su memoria permanecerá presente en cada decisión judicial.
En un gesto inusual, el magistrado enumeró uno por uno los nombres de todas las víctimas y detalló los desafíos que enfrentan en sus procesos de recuperación.
El juez afirmó que los acusados actuaron impulsados por un odio extremo hacia Israel, motivados además por simpatía hacia los responsables del ataque del 7 de octubre. Sostuvo que en un contexto de duelo nacional y preocupación por los rehenes, sus acciones solo agravan la situación.
La planificación meticulosa del atentado fue otro factor que pesó en la sentencia. Según el juez, esa preparación revela la intención de causar el mayor daño posible, motivo por el cual los condenados no deberían abandonar la prisión nunca.