CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá — El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, indicó que corresponde a Irán decidir si el reciente desplazamiento de bombarderos B-2 tiene como objetivo enviar un mensaje a Teherán. Al mismo tiempo, expresó su deseo de que las conversaciones entre ambos países sobre el programa nuclear iraní lleguen a una solución pacífica.
Funcionarios estadounidenses informaron a Reuters que hasta seis bombarderos B-2 fueron enviados en marzo a una base militar conjunta de Estados Unidos y Reino Unido en la isla de Diego García, en el océano Índico. Este movimiento ocurrió en el marco de una campaña aérea en Yemen y el aumento de las tensiones con Irán.
La Fuerza Aérea cuenta con solo 20 bombarderos B-2, por lo que se emplean con moderación. Según los analistas, este movimiento sitúa a los B-2, con tecnología furtiva y capacidad para portar las armas nucleares más pesadas de EE. UU., en una ubicación estratégica para operar en el Medio Oriente.
Cuando se le consultó si el despliegue de los B-2 tenía como fin enviar un mensaje a Irán, Hegseth respondió: “Dejaremos que ellos lo decidan”.
El secretario destacó: “Es un gran activo… envía un mensaje a todo el mundo”. Durante su visita a Panamá, agregó: “El presidente Trump ha sido claro… Irán no debe tener una bomba nuclear”. Asimismo, subrayó su esperanza de que el presidente de EE. UU. logre una resolución pacífica.