Los ataques aéreos estadounidenses sobre el puerto de Ras Isa, en el oeste de Yemen, mataron al menos a 38 personas este jueves, según medios controlados por los hutíes. La cadena Al Masirah informó además que 102 personas resultaron heridas, en una de las jornadas más letales desde que comenzó la campaña militar de Estados Unidos contra los terroristas respaldados por Irán.
El Pentágono no respondió de inmediato a la cifra de víctimas publicada por los rebeldes. En un comunicado, el Comando Central de Estados Unidos explicó que los ataques tenían como objetivo destruir una fuente de combustible crucial para los hutíes, quienes han financiado con esos ingresos sus acciones violentas durante más de una década.
El ejército estadounidense aseguró que la operación buscaba debilitar a los “terroristas hutíes respaldados por Irán” y negó que el ataque tuviera como blanco a la población yemení. Al ser consultado por Associated Press sobre las posibles muertes civiles, el Pentágono se negó a dar declaraciones adicionales.
Major fires burning at the Ras Isa port on Yemen’s western coast following U.S. airstrikes aimed at destroying the facility pic.twitter.com/GYIPtnc9fK
— ELINT News (@ELINTNews) April 17, 2025
Ras Isa, ubicado en la gobernación de Hodeida sobre el mar Rojo, cuenta con tres tanques de petróleo y equipos de refinación. Imágenes satelitales de la NASA detectaron un incendio de gran magnitud en el área tras los bombardeos, frente a la isla de Kamaran, que ha sido blanco de múltiples ataques en días recientes.
La campaña aérea estadounidense se intensificó el mes pasado, luego de que los hutíes comenzaran una serie de agresiones contra barcos en el mar Rojo como muestra de apoyo a los palestinos en Gaza. Estas acciones se produjeron tras el ataque terrorista de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023.
Los ataques del jueves se suman a otros episodios mortales como los de marzo, cuando al menos 50 personas murieron en dos días de ofensiva estadounidense, según datos hutíes. La revisión realizada por Associated Press indica que la campaña militar bajo el presidente Donald Trump es más extensa que la realizada durante el mandato de Joe Biden, ya que ahora se ataca tanto infraestructura como personal y áreas urbanas.
Estados Unidos sostiene que no detendrá los ataques mientras los hutíes continúen amenazando la navegación internacional. Los rebeldes han atacado más de 100 buques mercantes con drones y misiles desde noviembre de 2023, hundieron dos navíos y mataron a cuatro marineros. También lanzaron ataques fallidos contra buques de guerra estadounidenses.
La ofensiva militar ha sido vinculada además con la presión que Washington intenta ejercer sobre Irán, cuyo programa nuclear avanza rápidamente. La administración Trump ha endurecido su postura y no ha dado señales de reducir sus operaciones en la región.