Militares confiscaron armas y detuvieron sospechosos en el sur del país tras detectar preparativos para un nuevo ataque hacia Israel.
Ejército allana base de lanzamiento y refuerza tregua en la frontera
El 20 de abril de 2025, el Ejército libanés interceptó un intento de ataque con cohetes desde su territorio hacia Israel, el primero desde el alto el fuego acordado en noviembre de 2024. La operación se desarrolló en un apartamento en Sidón, donde se encontraron cohetes, plataformas de lanzamiento y varios sospechosos que fueron arrestados.
Las fuerzas de seguridad actuaron con base en información de inteligencia que identificó el lugar como centro de preparación del ataque. Aunque no se revelaron las identidades ni afiliaciones de los detenidos, el operativo representa un esfuerzo por sostener la frágil tregua vigente.
Días antes, autoridades libanesas capturaron a ciudadanos palestinos y libaneses relacionados con un ataque con cohetes ocurrido el 22 de marzo de 2025. Ese ataque incluyó seis lanzamientos desde el sur del Líbano hacia Metula, en Israel.
Hezbolá negó responsabilidad por el ataque de marzo y reafirmó su compromiso con la tregua. Israel respondió con bombardeos a instalaciones atribuidas a Hezbolá, que dejaron siete muertos y 40 heridos, según el Ministerio de Salud del Líbano.
Acuerdo de tregua exige retirada y despliegue militar estatal
El alto el fuego, promovido por Estados Unidos y Francia, entró en vigor el 27 de noviembre de 2024, tras más de un año de conflicto entre Israel y Hezbolá, originado por el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. El pacto obliga a Hezbolá a retirarse al norte del río Litani y a Israel a salir del sur del Líbano.
En cumplimiento del acuerdo, el Ejército libanés debe desplegar hasta 10,000 soldados para asegurar el sur y eliminar infraestructura militar no autorizada. Esta medida responde a la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde la firma del acuerdo, Israel ha mantenido presencia militar en cinco puntos del sur del Líbano, como en Labbouneh y Metula, alegando que el despliegue libanés es incompleto y que las capacidades de Hezbolá no han sido neutralizadas.
En paralelo, Israel ha realizado ataques aéreos casi diarios sobre presuntas posiciones de Hezbolá, lo que el gobierno libanés considera una violación del alto el fuego y un obstáculo a sus operaciones de seguridad.
Datos clave sobre la situación militar y política en la frontera
- El 20 de abril se frustró el primer intento de ataque desde la tregua.
- La operación en Sidón permitió decomisar cohetes y arrestar sospechosos.
- Israel mantiene tropas en cinco ubicaciones clave del sur libanés.
- El despliegue del ejército libanés solo alcanza los 6,000 soldados.
- Desde noviembre, Israel ha lanzado más de 100 ataques aéreos en la zona.
Fuerzas libanesas enfrentan limitaciones operativas en el sur
Hasta abril de 2025, el Ejército libanés ha desplegado cerca de 6,000 soldados en el sur, sin alcanzar la cifra acordada de 10,000. En varias zonas dominadas por Hezbolá, como el valle de Bekaa, se han incautado armas consideradas de baja calidad.
Israel sostiene haber destruido durante la guerra un arsenal significativo que incluye 155,000 piezas de armamento, 12,000 explosivos y 13,000 lanzacohetes. Las armas confiscadas por el ejército libanés no se comparan con este nivel de sofisticación.
Críticas desde sectores anti-Hezbolá han cuestionado la efectividad del ejército en debilitar al grupo. Alegan que no se están abordando sus verdaderas capacidades militares, lo que compromete el cumplimiento del acuerdo.
Hezbolá sigue ejerciendo gran influencia en el sur del Líbano, lo que limita las acciones estatales. Esto ha generado tensiones internas sobre la autoridad del Estado sobre el uso de las armas.
Orígenes de la guerra e impacto humanitario desde 2023
La guerra se desencadenó en octubre de 2023, cuando Hezbolá inició ataques contra Israel en apoyo a Hamás. Las represalias israelíes incluyeron bombardeos aéreos y terrestres sobre territorio libanés. Hasta noviembre de 2024, el Ministerio de Salud del Líbano registró 3,961 muertes y 16,500 heridos. Además, más de un millón de personas fueron desplazadas. Israel reportó 118 muertos, entre civiles y soldados.
La ofensiva debilitó considerablemente a Hezbolá, que perdió parte de su líderazgo y armamento, lo que contribuyó a que el grupo aceptara el alto el fuego negociado. Estas condiciones han hecho que el sur del Líbano permanezca bajo observación constante, tanto por actores regionales como por organismos internacionales.
El 20 de abril de 2025, un ataque aéreo israelí contra un vehículo entre Sidón y Tiro causó un muerto y un herido. Días antes, otro bombardeo en Sidón mató a un comandante de Hamás y a dos familiares. Hezbolá calificó estos ataques como una escalada en la agresión israelí. Israel no comentó oficialmente sobre los hechos, que se alinean con su estrategia de ataques preventivos.
UNIFIL y una comisión liderada por Estados Unidos expresaron su preocupación por la situación en la frontera, llamando a ambas partes a evitar acciones que pongan en riesgo la estabilidad. Francia, que participó en la mediación del acuerdo, criticó los bombardeos del 28 de marzo en Beirut y exigió la retirada de Israel de las zonas que aún ocupa.
Ejército busca fortalecer control estatal sobre el armamento
Desde marzo de 2025, el general Rodolph Haykal lidera el Ejército libanés y ha reafirmado su compromiso con el cumplimiento del alto el fuego y la Resolución 1701.
Durante una visita al sur el 29 de marzo, Haykal anunció la detención de nuevos sospechosos vinculados al ataque de marzo. Algunos de ellos, identificados como sirios y palestinos, fueron liberados tras los interrogatorios.
El presidente Joseph Aoun, en el poder desde enero de 2025, ha reiterado su intención de establecer un control estatal exclusivo sobre las armas. Esta posición enfrenta la oposición de Hezbolá.
El 19 de abril, el líder de Hezbolá, Naim Qassem, afirmó que no se desarmarán mientras Israel mantenga presencia en el Líbano. Aoun ha calificado el tema como “delicado” y sujeto a negociaciones.