Cuatro naves de guerra chinas entraron al mar de Filipinas, mientras la Séptima Flota de EE. UU. patrulla la región con el USS Nimitz.
Presencia china coincide con operaciones navales de EE. UU. en el Pacífico
Cuatro buques chinos cruzaron desde el mar del Este de China hacia el mar de Filipinas el 14 de abril de 2025, en un movimiento observado por las fuerzas japonesas. El Ministerio de Defensa de Japón confirmó que las embarcaciones pertenecen a la Armada del Ejército Popular de Liberación, aunque no reveló sus características. La travesía se desarrolló al suroeste del archipiélago nipón, hacia una zona donde la Séptima Flota estadounidense mantiene operaciones regulares.
Según informó Newsweek, este despliegue chino surge en paralelo con la actividad del grupo de ataque del portaaviones USS Nimitz, lo que refuerza la percepción de un acto de contrapeso. La Séptima Flota, liderada por el Nimitz y el destructor USS Michael Monsoor, se encuentra actualmente en el Pacífico occidental con el objetivo declarado de proteger la libertad de navegación en el área.
La Marina estadounidense publicó el 10 de abril imágenes del Nimitz y el Michael Monsoor navegando en formación, como parte de sus maniobras rutinarias. Un portavoz de la flota reafirmó que sus operaciones buscan asegurar la estabilidad y seguridad en el Indo-Pacífico. Posteriormente, el 18 de abril, el Nimitz llegó al puerto de Guam acompañado de los destructores USS Gridley y USS Lenah Sutcliffe Higbee.
Con más de 370 buques y submarinos, la Armada china ha incrementado desde mediados de 2024 sus actividades marítimas más allá del mar del Sur de China. Ejercicios en el mar de Tasmania y disparos de misiles desde Hainan han reforzado su alcance, junto con operaciones cercanas a Australia, lo que refleja una estrategia de expansión marítima sostenida.
Datos clave sobre la tensión naval en el Pacífico occidental
- El USS Nimitz partió hacia el Pacífico desde Washington el 21 de marzo de 2025.
- El despliegue chino fue detectado el 14 de abril cerca del suroeste de Japón.
- La Séptima Flota opera con hasta 70 buques y 40,000 efectivos en la región.
- Guam es un enclave estratégico de EE. UU. para proyección militar en el Pacífico.
- China realizó ejercicios con fuego real a 150 millas náuticas de Sídney en febrero.
Ejercicios en zonas disputadas elevan el nivel de fricción regional
Durante marzo y abril de 2025, maniobras conjuntas de EE. UU., Japón y Filipinas se llevaron a cabo cerca de un banco disputado en el mar del Sur de China. Participaron los buques USS Shoup, JS Noshiro y BRP José Rizal, mientras un barco militar chino observó la operación. El 18 de febrero, un helicóptero chino sobrevoló a baja altura una aeronave filipina en el área del banco de Scarborough, incidente que Washington calificó de peligroso y Beijing consideró una reacción a una intrusión aérea.
Las operaciones de la Séptima Flota, con base en Yokosuka, Japón, incluyen patrullas en zonas como el estrecho de Taiwán, lo que provoca tensiones recurrentes con China. El 11 de febrero, Pekín protestó por el tránsito del USS Ralph Johnson y del buque USNS Bowditch en aguas que considera propias, mientras EE. UU. defendió su navegación como legítima bajo derecho internacional.
Tras el envío del USS Carl Vinson al Medio Oriente en marzo, el USS Nimitz asumió un papel clave en el Pacífico. Esta misión podría ser su última antes de su retiro en 2026, después de casi cinco décadas en servicio activo. Su grupo de ataque incluye escuadrones de aviación y helicópteros, lo que refuerza su capacidad ofensiva en alta mar.
Por su parte, el USS Michael Monsoor, destructor comisionado en 2019, cuenta con un diseño stealth y sistemas de armas avanzadas, como misiles guiados. La Séptima Flota confirmó su presencia en el Pacífico el 14 de abril, y lo considera una muestra tangible del compromiso estadounidense con la seguridad regional.
Australia y el Pacífico sur vigilan el avance naval de China
Autoridades australianas reportaron en febrero la presencia de la fragata CNS Hengyang y otros dos buques chinos cerca de su costa noreste. Las maniobras con fuego real en el mar de Tasmania, aunque realizadas en aguas internacionales, generaron preocupación en Canberra, que mantiene una vigilancia activa de estas actividades navales.
En Papúa Nueva Guinea, empresas chinas desarrollan infraestructura en ubicaciones estratégicas como la isla de Manus, próxima a un puerto utilizado por barcos estadounidenses. Estas inversiones podrían ofrecer a Pekín ventajas para observar movimientos navales de Estados Unidos, según señaló Newsweek.
Desde 2024, la Guardia Costera estadounidense ha incrementado sus patrullas en el Pacífico, con énfasis en frenar la pesca ilegal por parte de flotas chinas. Esta estrategia busca contrarrestar la influencia marítima de China en territorios insulares y rutas comerciales.
El trasfondo de estas acciones refleja una rivalidad geoestratégica entre China y Estados Unidos por el control del Indo-Pacífico. Mientras Washington refuerza alianzas en la región, Pekín intensifica sus esfuerzos por consolidar su dominio marítimo y disputar el equilibrio de poder establecido.