El presidente Vladímir Putin ratificó un acuerdo de asociación estratégica con Irán que refuerza la cooperación bilateral en defensa, economía y política exterior.
Rusia completa ratificación de pacto estratégico con Teherán
El 21 de abril de 2025, Vladímir Putin firmó la ley que ratifica un tratado de asociación estratégica integral con Irán, según confirmó la agencia estatal rusa RIA. Este acuerdo, rubricado el 17 de enero en Moscú por Putin y el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, establece una cooperación bilateral de 20 años, renovable automáticamente por periodos de cinco años.
El proceso legislativo concluyó tras la aprobación del documento por la Duma Estatal el 8 de abril y su ratificación final por el Consejo de la Federación el 16 de abril. El tratado contiene 47 artículos que delinean una agenda de colaboración en múltiples áreas, con especial atención a seguridad y defensa.
El texto compromete a ambas naciones a reforzar la coordinación en política, comercio, energía, transporte e infraestructura, así como a colaborar en el ámbito internacional. Incluye ejercicios militares conjuntos, intercambio de inteligencia y estrategias contra amenazas comunes. También aborda la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, la inmigración ilegal y la proliferación de armas de destrucción masiva.
Un artículo específico del tratado promueve la estabilidad regional en el mar Caspio, Asia Central, el Cáucaso y Oriente Medio. La cooperación abarca igualmente ámbitos civiles como la tecnología, la salud y la cultura, consolidando una alianza integral entre ambos países.
Aspectos clave del acuerdo estratégico entre Rusia e Irán
- Tratado vigente por 20 años, con prórrogas automáticas de cinco años
- Ejercicios militares conjuntos y cooperación en inteligencia
- Medidas para evitar sanciones occidentales mediante mecanismos financieros independientes
- Rusia exportará hasta 55 mil millones de m³ de gas anualmente a Irán
- Coordinación en infraestructura, transporte y energía nuclear
- Se excluye cláusula de defensa mutua, a diferencia del pacto con Corea del Norte
Objetivos geopolíticos y económicos del tratado bilateral
El enfoque económico del tratado se centra en sortear las sanciones impuestas por Occidente. Ambas partes acordaron fortalecer mecanismos alternativos, incluyendo un sistema de pago independiente que respalde el comercio bilateral. En enero, Putin señaló un crecimiento del 15% en el intercambio comercial con Irán durante los últimos diez meses.
El mandatario ruso expresó su expectativa de que este acuerdo acelere el desarrollo de iniciativas conjuntas en energía nuclear, transporte, turismo y asistencia humanitaria. Entre los compromisos concretos, Rusia exportará gas a Irán y desarrollará corredores de transporte internacionales que integren ambos territorios.
El proceso de ratificación se inició el 27 de marzo, cuando Putin presentó el proyecto a la Duma Estatal. El Comité de Asuntos Internacionales, encabezado por Leonid Slutsky, recomendó su aprobación el 2 de abril. La cámara baja dio luz verde el 8 de abril y el Consejo de la Federación, presidido por Valentina Matviyenko, concluyó el trámite el 16 de abril.
Según lo estipulado, el tratado entrará en vigor 30 días después de que ambos países notifiquen la culminación de sus procedimientos internos, lo que marcará el inicio formal de la implementación del acuerdo.
Rusia e Irán consolidan alianza frente a sanciones y desafíos
La firma se produce en un contexto de creciente cooperación entre Moscú y Teherán, impulsada por intereses estratégicos compartidos y sanciones occidentales. Desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022, Irán ha proporcionado drones Shahed y misiles balísticos a Rusia, utilizados en ataques a infraestructura ucraniana.
A cambio, Rusia ha brindado apoyo técnico al programa nuclear iraní y ha manifestado su disposición a construir nuevas unidades de energía nuclear en el país. El tratado refuerza esta colaboración, aunque no contempla un compromiso de defensa mutua.
Ambas naciones han dejado atrás una rivalidad histórica para establecer una alianza estratégica centrada en contrarrestar la influencia occidental. El acuerdo también reafirma su oposición a medidas coercitivas unilaterales y su compromiso con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
En enero, la Unión Europea minimizó la importancia del tratado, calificándolo como una muestra del aislamiento diplomático ruso. Sin embargo, Rusia continúa ampliando sus vínculos con Estados que enfrentan sanciones internacionales, como Irán, Corea del Norte y Bielorrusia.
Intereses regionales y alianzas de largo plazo en juego
La relevancia estratégica de la región forma parte esencial del acuerdo. Rusia utiliza su presencia en Siria para proyectarse en África, mientras que Irán busca consolidar su poder en Oriente Medio. El desarrollo de corredores de transporte que atraviesan Eurasia representa otra prioridad clave.
Proyectos de conectividad regional están contemplados dentro del tratado, junto a iniciativas en sectores como educación, deporte, cultura y tecnología de la información. El documento plantea una cooperación integral que trasciende los ámbitos militares y económicos.
Este tratado también se inscribe dentro de la política exterior rusa orientada a fortalecer alianzas con estados no alineados con Occidente. Desde 2022, Moscú ha suscrito acuerdos similares con otros gobiernos sancionados, en un intento por equilibrar su posición global.
Finalmente, la firma del pacto ocurre mientras Irán y Estados Unidos mantienen negociaciones indirectas en Omán, lo que refleja las complejas dinámicas en las que operan tanto Moscú como Teherán a nivel regional e internacional.