Amina Hassouna, una menor beduina de ocho años, abandonó el Centro Médico Tel Hashomer en Israel tras más de doce meses de rehabilitación. Sufrió una lesión cerebral grave causada por la metralla de un misil balístico iraní interceptado durante el ataque del 14 de abril de 2024. El proyectil alcanzó su vivienda en al-Fura, al sur del país, durante el primer bombardeo directo de Irán contra Israel.
El impacto la dejó con secuelas permanentes: perdió el uso del brazo izquierdo y apenas puede mover la pierna izquierda. Aunque conserva el habla y la memoria, solo logra caminar con lentitud. El Consejo Regional para las Aldeas Beduinas en el Néguev detalló que Amina se mantiene alerta y lúcida. La familia se trasladó a un departamento en Arad, proporcionado por el Instituto Nacional de Seguros, para adaptar el entorno a sus necesidades actuales. Su padre, Mohammed, expresó alivio por el progreso, pese a las limitaciones que persisten.
Irán lanzó la ofensiva, bautizada como Operación Promesa Verdadera, en respuesta a un ataque atribuido a Israel el 1 de abril en Damasco, que provocó la muerte de siete miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluidos dos generales. Más de 300 misiles, drones y proyectiles de crucero salieron desde territorio iraní hacia Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que el 99% fue interceptado con ayuda de aliados como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Jordania.
Amina resultó la única víctima en estado crítico, mientras que otros ocho civiles sufrieron heridas leves. El Centro Médico Soroka en Beersheba confirmó que estas fueron provocadas por fragmentos o durante la búsqueda de refugio. Tras el ataque, Amina ingresó a ese hospital, donde fue sometida a múltiples neurocirugías. Estuvo en cuidados intensivos pediátricos con respiración asistida durante varias semanas.
En mayo de 2024, recuperó la conciencia. Más tarde, fue derivada a Tel Hashomer para rehabilitación prolongada. Una operación de diez horas realizada el 30 de mayo representó un punto de inflexión, aunque el alta seguía sin fecha. La salida del hospital, el 22 de abril de 2025, fue celebrada en redes sociales, donde usuarios expresaron su apoyo a la niña y su familia.
La ofensiva iraní de abril de 2024 marcó un punto clave en la tensión entre Irán e Israel. El gobierno iraní declaró que se trató de una represalia por el ataque en Siria. Aunque Israel no lo confirmó públicamente, el Pentágono aseguró que los blancos eran bases militares israelíes como Nevatim y Ramon, las cuales apenas registraron daños. El 18 de abril, Israel respondió con un ataque aéreo limitado contra una base militar en Isfahán, según Reuters. Irán no reportó víctimas y ambos países evitaron una escalada inmediata.
No obstante, la situación se agravó en octubre. El 1 de ese mes, Irán lanzó la Operación Promesa Verdadera II con 200 misiles balísticos, tras el asesinato de líderes de Hamás y Hezbolá, y del general iraní Abbas Nilforoushan. Las bases militares israelíes resultaron dañadas, pero no hubo muertos en Israel. En Jericó, un palestino murió por la metralla. El 26 de octubre, Israel bombardeó blancos militares en Irán, Siria y Líbano, según su Ministerio de Defensa. Teherán confirmó la muerte de cuatro soldados y prometió represalias.
La herida de Amina tuvo lugar en una aldea beduina desprovista de refugios antiaéreos. Organizaciones civiles instalaron dos estructuras de protección en al-Fura tras el ataque. Una de ellas se ubicó cerca de la vivienda de los Hassouna, según Ajeec. A ese drama se sumó en mayo una orden de demolición contra su casa por construcciones no autorizadas. Tras protestas, las autoridades revocaron la medida, lo que permitió a la familia enfocarse en la recuperación de Amina.