Washington penaliza a Seyed Asadoollah Emamjomeh por financiar actividades iraníes desestabilizadoras a través de ventas globales de GLP y petróleo crudo.
Departamento del Tesoro sanciona a red de comercio energético iraní
Estados Unidos anunció el 22 de abril nuevas sanciones contra Seyed Asadoollah Emamjomeh, figura clave del comercio iraní de gas licuado de petróleo (GLP), y su red de empresas. La acción se tomó en medio de conversaciones nucleares entre Washington y Teherán. Según el Tesoro, la red ha canalizado cientos de millones de dólares en exportaciones ilegales de GLP y crudo hacia mercados internacionales, con ingresos que financian programas nucleares, armas convencionales avanzadas y grupos armados como Hezbolá, los hutíes y Hamás.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, señaló que Emamjomeh intentó despachar miles de cargamentos de GLP, incluso desde EE. UU., eludiendo sanciones impuestas. Las actividades se desarrollaron a través de empresas con sede en Irán, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido, involucrando transacciones que han sostenido económicamente al régimen iraní.
Las sanciones también se dirigieron a Meisam Emamjomeh, hijo del magnate, quien opera varias compañías en Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido. Específicamente, controla Pearl Petrochemical FZE y dirige Worldwide LPG Limited. La investigación comenzó en la primavera de 2024, tras la llegada del buque Tinos I a Houston, operado por Pearl Petrochemical, el cual permanece sin cargar desde entonces.
La red de Emamjomeh controla nueve empresas en Irán, incluyendo una con monopolio en las entregas de GLP de la Compañía Nacional de Gas de Irán. Según EE. UU., esta red ha gestionado exportaciones hacia países como Pakistán y China, actuando en representación de Persian Gulf Petrochemical Industry Commercial Co.
Datos clave sobre red sancionada por EE. UU. en contexto nuclear
- Las sanciones están amparadas en la Orden Ejecutiva 13902, que permite apuntar a sectores estratégicos de la economía iraní.
- El buque Tinos I permanece anclado desde junio de 2024, tras hallazgos de vínculos con el sector petrolero iraní.
- La red ha mezclado crudo iraní con productos de otros países para eludir sanciones, según el Departamento del Tesoro.
- El crudo repuntó un 1.95% tras el anuncio de sanciones, reflejando preocupaciones del mercado energético global.
- Las sanciones respaldan la política de “máxima presión” reinstaurada por Trump en su segundo mandato en 2025.
Sanciones elevan presión económica en medio de diálogo nuclear
En paralelo al anuncio de sanciones, el petróleo subió $1.23 por barril, con el WTI recuperando terreno tras una baja anterior. El alza se atribuyó en parte al temor de interrupciones en los flujos de petróleo iraní. La medida coincide con una estrategia de presión renovada por parte del presidente Donald Trump, quien busca condicionar las negociaciones nucleares mediante herramientas económicas.
El mismo día del anuncio, Trump habló con Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, sobre temas que incluyeron el comercio y la situación iraní. La Casa Blanca afirmó que ambos mandatarios comparten un enfoque común hacia Irán, en particular respecto a su programa nuclear y su apoyo a grupos armados.
En el plano diplomático, Washington y Teherán sostuvieron dos rondas de conversaciones indirectas en abril: la primera en Omán y la segunda en Roma. La tercera se prevé para el 26 de abril. El canciller iraní Seyed Abbas Araghchi mencionó un acuerdo para redactar un marco preliminar, mientras un funcionario estadounidense calificó las pláticas como “muy buen progreso”.
No obstante, el gobierno de EE. UU. insistió en mantener la presión económica hasta lograr límites verificables sobre las capacidades nucleares iraníes. Estas conversaciones se desarrollan bajo el contexto de elevada tensión regional, originada tras el ataque de Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.
Tensión regional y tácticas de evasión intensifican vigilancia global
Desde aquel ataque, que dejó 1.200 muertos, Irán y grupos aliados han intensificado ataques con misiles y drones contra Israel, profundizando la inestabilidad. Irán ha elevado el enriquecimiento de uranio al 60% y restringido el acceso a inspecciones internacionales, generando preocupación entre gobiernos occidentales.
Las tácticas de la red de Emamjomeh incluyen transferencias entre barcos y falsificación de documentos para ocultar el origen iraní del crudo. También han mezclado petróleo iraní con productos iraquíes para venderlo a mejores precios en Asia. Las autoridades de EE. UU. consideran estas acciones como apoyo directo a las ambiciones nucleares iraníes y a grupos armados regionales.
Además, el Tesoro identificó a Jugwinder Singh Brar, ciudadano indio con base en Emiratos Árabes Unidos, como parte de la “flota sombra” que transporta petróleo iraní. Brar administra una flota de unos 30 buques y ha realizado múltiples transferencias en el Golfo de Omán.
Estas sanciones reafirman el compromiso de EE. UU. con el desmantelamiento de redes que burlan las restricciones económicas, afectando directamente la principal fuente de financiamiento del régimen iraní: sus exportaciones energéticas.
Impacto económico y antecedentes del programa sancionador
Las sanciones recientes se enmarcan en un amplio historial de medidas punitivas adoptadas por EE. UU. desde que Trump se retiró del JCPOA en 2018. Este acuerdo, firmado en 2015, limitaba el programa nuclear iraní a cambio de alivio de sanciones. Al romper el pacto, Washington reactivó restricciones que provocaron una respuesta recíproca de Irán.
Desde entonces, los intentos por restablecer un consenso han sido intermitentes. Las sanciones de abril de 2025 se amparan en la Orden Ejecutiva 13902, enfocada en sectores estratégicos como el petróleo y los productos petroquímicos.
Irán, miembro importante de la OPEP, depende de sus exportaciones de GLP y crudo para sostener su economía. China e India figuran entre sus principales compradores, y cualquier obstáculo en los flujos comerciales podría alterar los precios internacionales.
Por último, la cooperación entre EE. UU. e Israel sigue siendo clave. La llamada entre Trump y Netanyahu refuerza la percepción de una postura coordinada contra el programa nuclear iraní y su respaldo a actores armados en la región.