El radar AESA del J-20 detecta objetivos a gran distancia, permite ataques precisos con misiles y otorga superioridad táctica en combates aéreos.
Radar AESA del J-20 redefine la guerra aérea moderna
El Chengdu J-20 Mighty Dragon, el caza furtivo de quinta generación de China, integra un radar de escaneo activo electrónicamente (AESA) que transforma las capacidades de combate aéreo. Este sistema, desarrollado por el 14º Instituto de Investigación de Electrónica de Nanjing, permite detectar objetivos a distancias superiores a los 200 kilómetros, según especificaciones técnicas publicadas en 2023 por la Academia China de Ciencias. La capacidad del radar para identificar y rastrear múltiples objetivos simultáneamente, incluso en entornos con alta interferencia electrónica, posiciona al J-20 como un activo clave en operaciones ofensivas y defensivas. Su diseño furtivo, combinado con esta tecnología, asegura que el caza pueda atacar con misiles de largo alcance, como el PL-15, antes de ser detectado por radares enemigos.
El radar AESA del J-20 utiliza miles de módulos de transmisión/recepción que operan en la banda X, lo que mejora la resolución y reduce la probabilidad de ser interceptado. Informes de la Revista de Tecnología Aeroespacial de Pekín en 2024 destacan que este sistema supera a los radares de escaneo pasivo en agilidad de frecuencia y resistencia a contramedidas electrónicas. La capacidad de operar en modo baja probabilidad de intercepción (LPI) permite al J-20 realizar misiones de superioridad aérea sin revelar su posición. Además, el radar puede integrarse con sistemas de guerra electrónica para neutralizar amenazas, según datos presentados en el Salón Aeronáutico de Zhuhai 2024.
El desarrollo del radar comenzó en la década de 2010, con pruebas iniciales reportadas en 2014 por el Instituto de Tecnología de Defensa de China. Los avances posteriores permitieron al J-20 incorporar un radar con un campo de visión de ±60 grados y la capacidad de rastrear hasta 20 objetivos simultáneamente, según un informe técnico de la Universidad de Defensa Nacional de China en 2023. Esta tecnología no solo mejora el alcance de detección, sino que también optimiza la guía de misiles aire-aire de largo alcance, como el PL-21, que puede alcanzar objetivos a más de 300 kilómetros.
El J-20, introducido en servicio en 2017, ha evolucionado con actualizaciones continuas en su radar AESA. En 2022, el Ejército Popular de Liberación (EPL) comenzó a integrar mejoras que aumentaron la potencia de salida del radar, según fuentes militares citadas por la Agencia de Noticias Xinhua. Estas mejoras permiten al J-20 operar en escenarios de alta densidad de amenazas, como los simulados en ejercicios militares en el Mar de China Meridional en 2024, donde demostró su capacidad para evadir sistemas de defensa aérea avanzados.
Especificaciones clave del radar AESA del J-20
- Alcance de detección: Más de 200 km para objetivos con sección transversal de radar de 1 m².
- Capacidad multitarea: Rastreo de hasta 20 objetivos simultáneamente.
- Modo LPI: Operación con baja probabilidad de intercepción para misiones furtivas.
- Banda de operación: Banda X con agilidad de frecuencia para contrarrestar interferencias.
- Integración de misiles: Guía precisa para PL-15 y PL-21 en combates de largo alcance.
Evolución y contexto del J-20 en la estrategia aérea china
El radar AESA del J-20 no opera de forma aislada, sino como parte de un ecosistema de sensores que incluye sistemas de infrarrojos y datalinks avanzados. En 2023, el Instituto de Investigación de Sistemas de Comando y Control de China informó que el J-20 puede compartir datos en tiempo real con otros activos, como drones y cazas J-16, creando una red de combate integrada. Esta capacidad, demostrada en ejercicios conjuntos en el Estrecho de Taiwán en 2024, amplifica la efectividad del radar al permitir ataques coordinados a larga distancia.
La producción del J-20 ha aumentado significativamente, con más de 200 unidades desplegadas hasta abril de 2025, según estimaciones de la Intelligence Online. El radar AESA ha sido un factor crítico en la expansión de la flota, ya que su diseño modular facilita actualizaciones sin requerir cambios estructurales en el caza. En comparación con sistemas como el AN/APG-77 del F-22 Raptor, el radar del J-20 ofrece un rendimiento competitivo, aunque analistas de la RAND Corporation en 2024 señalan que aún enfrenta limitaciones en integración con sistemas de mando y control globales.
El contexto estratégico del J-20 y su radar AESA se centra en la proyección de poder en el Indo-Pacífico. Ejercicios militares en 2024, reportados por el South China Morning Post, mostraron al J-20 operando a distancias de hasta 1.500 kilómetros desde bases en el continente, apoyado por reabastecimiento en vuelo. El radar AESA permite al caza mantener conciencia situacional en estas misiones de largo alcance, un aspecto crítico en posibles conflictos en el Mar de China Oriental o el Estrecho de Malaca.
China continúa invirtiendo en mejoras para el J-20, con planes para integrar inteligencia artificial en el procesamiento de datos del radar AESA, según un informe de la Academia China de Ingeniería en 2025. Estas innovaciones buscan reducir la carga del piloto y mejorar la toma de decisiones en combates dinámicos, consolidando al J-20 como un pilar de la modernización militar china.