Netanyahu y funcionarios israelíes critican a la CPI por no suspender órdenes de arresto, mientras celebran fallo que obliga a revisar su jurisdicción.
Israel denuncia sesgo de la CPI tras decisión sobre órdenes
El primer ministro Benjamin Netanyahu, junto con altos funcionarios israelíes, condenó el 24 de abril de 2025 la decisión de la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) de no pronunciarse sobre la solicitud de Israel para suspender las órdenes de arresto internacionales emitidas contra él y el exministro de Defensa Yoav Gallant. Una fuente cercana a Netanyahu, citada por The Times of Israel, calificó la decisión como una muestra de la “injusticia cometida” contra ambos líderes, argumentando que la CPI emitió órdenes “absurdas” sin tener autoridad legal para hacerlo. “Israel espera que la CPI cancele las órdenes de arresto de inmediato”, afirmó el asistente del primer ministro, reflejando la postura firme de Jerusalén contra la intervención de la corte.
La CPI otorgó a Israel una victoria procesal al fallar a favor de su apelación contra una decisión previa de la Sala de Cuestiones Preliminares I, que había rechazado la capacidad de Israel para impugnar la jurisdicción de la corte. La Sala de Apelaciones ordenó que el caso regrese a la cámara inferior para reconsiderar el argumento de Israel de que la CPI carece de autoridad sobre sus líderes, dado que no es miembro del Estatuto de Roma y que los Acuerdos de Oslo limitan la jurisdicción de la Autoridad Palestina sobre ciudadanos israelíes. Sin embargo, la Sala de Apelaciones declinó pronunciarse sobre la suspensión de las órdenes de arresto, argumentando que esa cuestión corresponde a la Sala de Cuestiones Preliminares, lo que provocó duras críticas de Israel.
El ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, reaccionó en la plataforma X, declarando que las órdenes de la CPI “fueron emitidas ilegalmente” y son “nulas y sin valor”. Sa’ar destacó que la CPI “no tiene, y nunca tuvo, jurisdicción” para emitir órdenes contra Netanyahu y Gallant, destacando que Israel no es parte del Estatuto de Roma, el tratado que rige la corte. Reconoció el fallo de la Sala de Apelaciones como un paso correcto al ordenar que se examine la cuestión de la jurisdicción, pero insistió en que “solo hay una respuesta correcta: la Corte no tiene jurisdicción sobre Israel”. Esta postura refleja la posición de larga data de Jerusalén, que ha acusado a la CPI de actuar con motivaciones políticas.
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, fue igualmente contundente, afirmando que la CPI “opera como una herramienta política al servicio de los enemigos de Israel”. En un comunicado, Danon criticó a la ONU por permanecer “vergonzosamente en silencio en complicidad” y señaló que la decisión de reexaminar la jurisdicción evidencia la “falta de legitimidad” de las órdenes de arresto. “Cuando las instituciones internacionales castigan a las democracias e ignoran el terrorismo, no solo dañan a Israel, sino a los valores del mundo libre”, afirmó, añadiendo que Israel continuará defendiéndose en coordinación con sus aliados y no tolerará la “hipocresía” de la corte.
Datos relevantes sobre la controversia de la CPI e Israel
- La CPI emitió órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant en noviembre de 2024, basándose en presuntos crímenes de guerra en Gaza.
- Israel no es miembro del Estatuto de Roma y rechaza la autoridad de la CPI para investigar a sus ciudadanos.
- Los Acuerdos de Oslo prohíben a la Autoridad Palestina ejercer jurisdicción penal sobre ciudadanos israelíes, según Israel.
- Acusaciones de acoso sexual contra el fiscal Karim Khan, surgidas en octubre de 2024, han generado dudas sobre su liderazgo en la CPI.
- La Sala de Apelaciones ordenó el 24 de abril de 2025 que la Sala de Cuestiones Preliminares reexamine la impugnación de Israel sobre jurisdicción.
Contexto de las críticas de Israel a la CPI
La reacción de Israel a la decisión de la CPI se enmarca en una disputa de larga data con la corte, a la que ha acusado de operar con un sesgo antiisraelí. Desde que la CPI afirmó en 2021 tener jurisdicción sobre los territorios palestinos, Israel ha rechazado cualquier cooperación, calificando la decisión como una violación de su soberanía. La solicitud del fiscal Karim Khan en mayo de 2024 para emitir órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant intensificó las tensiones, con Jerusalén argumentando que la corte ignora su capacidad para investigar internamente las acusaciones, un principio conocido como “complementariedad” en el derecho internacional.
El liderazgo de Karim Khan ha enfrentado un escrutinio adicional debido a acusaciones de acoso sexual presentadas en octubre de 2024. Según reportes de The Mail on Sunday y Reuters, Khan presuntamente presionó a una abogada de su equipo para retractarse de denuncias de conducta indebida, lo que llevó a una investigación de las Naciones Unidas por posible retaliación contra empleados. Al menos cuatro miembros del personal de la oficina de Khan habrían sido degradados, según fuentes familiarizadas con el caso. Estas acusaciones, que Khan ha negado, han debilitado la credibilidad de la CPI y reforzado los argumentos de Israel sobre el sesgo y la falta de integridad en la institución.
El fallo de la Sala de Apelaciones representa un avance procesal para Israel, al obligar a la CPI a reconsiderar su impugnación de jurisdicción. Sin embargo, la negativa de suspender las órdenes de arresto ha generado indignación entre los líderes israelíes, quienes ven en la decisión una continuación del trato desigual de la corte hacia Israel. La presión internacional también ha jugado un papel, con Estados Unidos sancionando a Khan en febrero de 2025 mediante una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que congeló sus activos y le prohibió la entrada al país, en respuesta a las acciones de la CPI contra Israel.
El próximo paso en la Sala de Cuestiones Preliminares I será crucial para determinar si la CPI respeta los argumentos legales de Israel sobre la falta de jurisdicción. Mientras tanto, Jerusalén mantiene su postura de que la corte carece de legitimidad y continúa movilizándose diplomáticamente para contrarrestar lo que considera una persecución injustificada. La controversia en torno a Khan y las decisiones de la CPI seguirán alimentando el debate sobre la imparcialidad de las instituciones internacionales en el contexto de la guerra israelo-palestino.