Assaad al-Chaibani urge al Consejo de Seguridad presionar a Israel para que cese ocupación tras derrocamiento de Assad y ataques aéreos.
Siria reclama soberanía ante ocupación israelí en el Consejo de la ONU
El ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Assaad al-Chaibani, pronunció su primer discurso ante la sede de la ONU en Nueva York, donde instó al Consejo de Seguridad a tomar medidas firmes para obligar a Israel a retirar sus fuerzas del territorio sirio. Esta petición se produce tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en diciembre de 2024, un evento que marcó el fin de cinco décadas de gobierno de la familia Assad. Al-Chaibani destacó que el nuevo gobierno provisional sirio no representa una amenaza para los países vecinos, incluido Israel, y reiteró su compromiso con la estabilidad regional. “Hemos anunciado en repetidas ocasiones nuestro compromiso de que Siria no constituirá ninguna amenaza para ninguno de los países vecinos ni para ningún país del mundo, incluido Israel”, afirmó el ministro durante su intervención.
Tras el colapso del régimen de Assad, Israel intensificó sus operaciones militares en el sur de Siria, particularmente en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, que ocupó parcialmente desde el 8 de diciembre de 2024. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó la incursión como una medida preventiva para evitar que grupos hostiles, incluidos posibles remanentes de organizaciones yihadistas, se establezcan cerca de la frontera israelí. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tomaron posiciones en la zona de separación establecida por el Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974, que Netanyahu declaró “caduco” debido al vacío de poder en Siria. Además, Israel llevó a cabo más de 350 bombardeos aéreos contra objetivos militares sirios, incluyendo arsenales de armas químicas, la flota naval en los puertos de Al Bayda y Latakia, y sistemas de defensa aérea, con el objetivo de neutralizar cualquier capacidad estratégica que pudiera caer en manos de grupos considerados terroristas.
El avance de las fuerzas rebeldes lideradas por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), un grupo islamista con raíces en Al Qaeda, precipitó la caída de Damasco y generó preocupación en Israel por la posible emergencia de un régimen hostil. Ahmed al-Sharaa, líder de HTS y presidente de transición, ha intentado proyectar una imagen moderada, declarando su compromiso con el acuerdo de 1974 y asegurando que Siria no será utilizada como base para atacar a otros países. Sin embargo, funcionarios israelíes, incluido el ministro de Defensa Israel Katz, han expresado escepticismo, señalando el historial yihadista de HTS y la necesidad de mantener una presencia militar en el sur de Siria por un “período indefinido” para proteger las comunidades israelíes. El 23 de febrero de 2025, Netanyahu exigió la desmilitarización completa de las provincias sirias de Quneitra, Daraa y Suweyda, una demanda que Siria rechazó como una violación de su soberanía.
Datos clave sobre la situación en Siria tras la caída de Assad
- Israel controla desde diciembre de 2024 la zona de separación en los Altos del Golán, violando el Acuerdo de 1974.
- HTS, liderado por Ahmed al-Sharaa, asumió el control de Damasco y formó un gobierno de transición.
- La ONU reporta que el 75% de la población siria necesita asistencia humanitaria tras 14 años de guerra civil.
- Israel ejecutó 347 bombardeos en Siria en 2024, la mayor cantidad desde 2018, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
- El enviado especial de la ONU, Geir Pedersen, exige el retiro inmediato de las fuerzas israelíes para respetar la soberanía siria.
Escalada militar y tensiones regionales tras la caída de Assad
La intervención israelí en Siria ha generado condenas internacionales. Países como Egipto, Qatar, Arabia Saudí y Francia han calificado la ocupación de la zona desmilitarizada como una “flagrante violación” del derecho internacional y del Acuerdo de 1974. El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, advirtió el 26 de marzo de 2025 que la presencia militar israelí, combinada con los continuos ataques aéreos, podría socavar las perspectivas de una transición política ordenada en Siria. Pedersen destacó que las restricciones impuestas por Israel a la libertad de movimiento de la misión de la ONU (UNDOF) en la zona de separación agravan la situación. El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, también criticó los ataques israelíes, afirmando que “no se debe aprovechar el punto de inflexión en Siria para invadir territorio sirio”.
Los bombardeos israelíes no se han limitado al sur de Siria. En marzo de 2025, la aviación israelí atacó radares y equipos de detección aérea en Quneitra, así como puestos de mando y depósitos de armas en otras regiones. El 19 de marzo, las FDI capturaron la aldea de Al-Adnaniyah en la provincia de Quneitra, marcando la mayor incursión terrestre desde el inicio de la operación. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Israel ha intensificado sus operaciones en 2024, con un total de 347 ataques aéreos, dirigidos principalmente contra infraestructura militar del antiguo régimen y objetivos vinculados a Irán. Estas acciones han destruido más del 70% de las capacidades militares sirias, según estimaciones del ejército israelí, bajo la operación bautizada como Flecha de Bashan.
En el ámbito interno, Siria enfrenta desafíos significativos. La guerra civil, que comenzó en 2011, dejó más de 500,000 muertos y desplazó a millones de personas. Aunque la caída de Assad generó esperanzas de estabilidad, la violencia persiste en regiones como Manbij, Alepo y Homs, donde enfrentamientos entre grupos armados y bombardeos han desplazado a más de 620,000 personas. La ONU estima que 15 millones de sirios requieren asistencia humanitaria, y 13 millones enfrentan inseguridad alimentaria aguda. La suspensión de la Constitución siria por parte del gobierno de transición y la designación de Ahmed al-Sharaa como presidente interino han generado incertidumbre sobre el futuro político del país.
Israel, por su parte, mantiene una postura defensiva, argumentando que su presencia en Siria responde a la necesidad de prevenir amenazas similares al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. Funcionarios israelíes han señalado que la inestabilidad en Siria, combinada con la influencia de grupos como ISIS y el debilitamiento de aliados de Assad como Hezbolá e Irán, justifica sus operaciones. Sin embargo, la comunidad internacional, incluidos aliados como Estados Unidos, ha expresado cautela. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, describió la incursión israelí como una “acción temporal” en respuesta al retiro de las fuerzas sirias, pero instó a Israel a buscar soluciones diplomáticas.