La Armada holandesa refuerza su capacidad ofensiva con 175 misiles Tomahawk en un acuerdo de 2.190 millones de dólares con EE. UU.
Países Bajos fortalecen Armada con misiles Tomahawk
El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó el 25 de abril de 2025 la venta de 175 misiles Tomahawk a los Países Bajos por un valor estimado de 2.190 millones de dólares. La transacción, notificada al Congreso por la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa (DSCA), incluye 163 misiles Block V, 12 misiles Block IV, hasta 10 sistemas de control de armas tácticas y dos misiles de telemetría Block IV, junto con equipos de soporte, entrenamiento y logística. Este acuerdo marca la primera vez que la Armada Real Neerlandesa integrará este tipo de armamento estratégico, destinado principalmente a las fragatas de la clase De Zeven Provinciën y, potencialmente, a submarinos en el futuro. La adquisición refuerza la capacidad de ataque de precisión de largo alcance de los Países Bajos, en un contexto de creciente tensión geopolítica en Europa.
El Tomahawk Land Attack Missile (TLAM), fabricado por RTX Corporation en Tucson, Arizona, es un misil de crucero con un alcance superior a 1.000 kilómetros. La variante Block V incorpora mejoras como contramedidas electrónicas avanzadas y una ojiva más robusta, mientras que el Block IV permite redirigir el misil en vuelo y transmitir imágenes del campo de batalla. Según la DSCA, esta venta no alterará el equilibrio militar regional y mejorará la interoperabilidad de los Países Bajos con la OTAN. La integración de los misiles en las fragatas, equipadas con sistemas de lanzamiento vertical Mk 41, comenzará durante el mantenimiento programado entre 2025 y 2029. La primera prueba exitosa de un Tomahawk desde la fragata HNLMS De Ruyter ocurrió el 11 de marzo de 2025 frente a la costa de Norfolk, Virginia, liderada por la Marina de EE. UU..
La decisión de adquirir los Tomahawk responde a un cambio estratégico en la política de defensa neerlandesa, impulsado por la invasión rusa de Ucrania en 2022. Hasta entonces, los Países Bajos priorizaban el gasto social sobre el militar, con un presupuesto de defensa del 1,7% del PIB en 2023, por debajo del objetivo del 2% de la OTAN. Un informe de defensa publicado en septiembre de 2024 anunció un aumento anual de 2.660 millones de dólares en el presupuesto militar, elevando el total a 26.600 millones de dólares y superando el umbral de la alianza. Este incremento financia la modernización militar, incluyendo la compra de misiles de crucero, sistemas de defensa aérea y tanques Leopard 2 A8.
La Armada Real Neerlandesa opera cuatro fragatas de la clase De Zeven Provinciën, diseñadas como unidades de defensa aérea y comando, con un desplazamiento de 6.600 toneladas y un sistema de lanzamiento vertical de 40 celdas. Estas naves ya cuentan con misiles antiaéreos SM-2 y ESSM, además de misiles antibuque Harpoon con un alcance de 75 millas náuticas. La incorporación del Tomahawk, con un alcance significativamente mayor, amplía la capacidad de proyección de poder de la armada, permitiendo ataques a objetivos terrestres estratégicos desde el mar. El Ministerio de Defensa neerlandés destacó que esta capacidad fortalece la disuasión frente a posibles adversarios.
Datos clave sobre la adquisición de misiles Tomahawk por Países Bajos
- Valor del acuerdo: 2.190 millones de dólares.
- Cantidad: 163 misiles Block V, 12 misiles Block IV, 2 misiles de telemetría.
- Plataformas: Fragatas De Zeven Provinciën; posible integración en submarinos Orka.
- Alcance del misil: Más de 1.000 kilómetros.
- Contratista principal: RTX Corporation, Tucson, Arizona.
- Inicio de integración: Mantenimiento programado 2025-2029.
- Primera prueba: 11 de marzo de 2025, desde HNLMS De Ruyter.
Modernización militar neerlandesa y contexto estratégico
El programa de adquisición de los Tomahawk es parte de una inversión más amplia en capacidades de ataque de largo alcance. En 2023, el Ministerio de Defensa neerlandés anunció planes para equipar no solo las fragatas, sino también los submarinos de la clase Walrus y los futuros Orka, basados en el diseño Barracuda francés, con misiles Tomahawk. Sin embargo, la integración en los submarinos enfrenta desafíos técnicos y depende de la disponibilidad de la versión TTL del misil, con una fecha estimada de operatividad en 2029. La Fuerza Aérea Neerlandesa también está recibiendo misiles JASSM-ER para sus cazas F-35A, mientras que el ejército adquirirá lanzacohetes PULS de fabricación israelí, con un alcance de hasta 186 millas.
La modernización militar neerlandesa incluye otras adquisiciones significativas. En noviembre de 2024, se firmó un contrato de 12.000 millones de coronas noruegas con KONGberg para sistemas de defensa aérea NASAMS y NOMADS, destinados a contrarrestar amenazas aéreas de corto y medio alcance. Además, el país planea adquirir 46 tanques Leopard 2 A8 y ocho aviones de entrenamiento Pilatus PC-7 Mk X para reemplazar su flota actual. Estas compras reflejan el compromiso de los Países Bajos con los planes de defensa de la OTAN, especialmente en la disuasión de amenazas como Rusia, que ha intensificado su presencia naval y misilística en el Báltico y Kaliningrado.
El acuerdo también contempla requisitos de compensación industrial (offset) entre EE. UU. y los Países Bajos, aunque los detalles no se han hecho públicos. La DSCA aseguró que la implementación no requerirá personal adicional del gobierno o contratistas estadounidenses en los Países Bajos, y que no afectará la preparación militar de EE. UU. La venta incluye terminales de enlace de datos satelitales KIV-18A, sistemas de comunicación segura KSX-5, dispositivos de cifrado KGV-135A, software de distribución de misiones y servicios de mantenimiento no programado.
La adquisición de los Tomahawk posiciona a los Países Bajos como el segundo operador europeo de este misil, después del Reino Unido, y refuerza su papel en la defensa colectiva de la OTAN. La prueba de marzo de 2025 demostró la compatibilidad del misil con los sistemas de las fragatas neerlandesas, y se espera que la primera unidad esté operativa en 2027. Este paso consolida la transición de los Países Bajos hacia una postura militar más robusta, alineada con los desafíos de seguridad del siglo XXI.