Sensor químico analiza aliento para diagnosticar cáncer, tuberculosis y COVID-19 con 98% de precisión.
Innovación israelí revoluciona diagnóstico médico
Un equipo del Technion-Israel Institute of Technology, liderado por el profesor Hossam Haick, desarrolló una nariz electrónica que detecta enfermedades mediante el análisis de compuestos orgánicos volátiles (COV) en el aliento. Este dispositivo, basado en sensores químicos de nanotecnología, identifica patrones específicos de COV asociados a enfermedades como cáncer de pulmón, tuberculosis y, más recientemente, COVID-19. En pruebas clínicas, el sistema alcanzó una precisión del 98%, superando métodos tradicionales en rapidez y accesibilidad.
El avance se centra en sensores fabricados con nanomateriales, como nanopartículas de oro y nanotubos de carbono, que reaccionan de manera única ante COV exhalados. Estos compuestos, presentes en concentraciones de partes por mil millones, varían según el estado de salud del paciente. La nariz electrónica procesa los datos mediante algoritmos de inteligencia artificial, que comparan los patrones detectados con una base de datos de biomarcadores. Este enfoque permite diagnósticos no invasivos en minutos, sin necesidad de pruebas de laboratorio extensas.
En 2024, los investigadores integraron el dispositivo en plataformas portátiles, diseñadas para su uso en clínicas de atención primaria y entornos remotos. Esta adaptación facilita el acceso a diagnósticos rápidos en regiones con infraestructura médica limitada. El sistema, compacto y de bajo costo, requiere solo una exhalación del paciente para generar resultados, lo que lo convierte en una herramienta viable para campañas de detección masiva.
El desarrollo comenzó en 2007, cuando el equipo de Haick identificó el potencial de los COV como biomarcadores. Desde entonces, el proyecto ha recibido financiación de la Unión Europea y el Ministerio de Ciencia de Israel. En 2018, un prototipo demostró su capacidad para detectar cáncer de pulmón en etapas tempranas, un hito que atrajo la atención de la comunidad médica global.
Datos clave sobre la nariz electrónica
- Precisión: 98% en la detección de cáncer de pulmón, tuberculosis y COVID-19.
- Tiempo de análisis: Resultados en menos de 5 minutos tras una exhalación.
- Nanomateriales: Usa nanopartículas de oro y nanotubos de carbono.
- Aplicaciones: Diagnóstico en clínicas, hospitales y entornos remotos.
- Financiación: Apoyo de la Unión Europea y el gobierno israelí.
Impacto en la detección temprana de enfermedades
La nariz electrónica destaca por su capacidad para identificar enfermedades en etapas iniciales, cuando los tratamientos son más efectivos. En el caso del cáncer de pulmón, el dispositivo detecta biomarcadores específicos antes de que aparezcan síntomas visibles, aumentando las tasas de supervivencia. Para la tuberculosis, su sensibilidad permite identificar casos en comunidades de alto riesgo, donde los métodos convencionales, como las pruebas de esputo, son menos prácticos.
Durante la pandemia de COVID-19, el equipo adaptó el dispositivo para detectar el virus en menos de cinco minutos, con resultados comparables a las pruebas PCR. En 2020, ensayos en hospitales de Israel y Europa confirmaron su eficacia, con una sensibilidad del 95% para casos asintomáticos. Esta capacidad posiciona al dispositivo como una herramienta clave para el control de pandemias futuras.
La tecnología también se ha probado en otras patologías, como enfermedades neurodegenerativas y trastornos metabólicos. En 2023, un estudio publicado en Nature Communications describió su uso para detectar enfermedad de Parkinson mediante patrones de COV, un avance que amplía el alcance del dispositivo más allá de las enfermedades respiratorias.
El equipo de Haick colabora con empresas tecnológicas para comercializar el dispositivo. En 2024, se firmaron acuerdos con fabricantes en Estados Unidos y Asia para producir unidades a gran escala. Los expertos prevén que, en los próximos años, la nariz electrónica estará disponible en hospitales y centros de salud de todo el mundo.
Contexto global y avances en nanotecnología
La investigación del Technion se inscribe en un campo creciente de la medicina: el diagnóstico basado en el aliento. Instituciones como el Massachusetts Institute of Technology y la Universidad de Cambridge también exploran tecnologías similares, pero el enfoque israelí destaca por su integración de nanomateriales y portabilidad. La Organización Mundial de la Salud ha señalado que los métodos no invasivos son esenciales para mejorar el acceso al diagnóstico en países en desarrollo.
En Israel, el proyecto refuerza la posición del país como líder en innovación médica. El Ministerio de Salud ha priorizado la adopción de esta tecnología en el sistema nacional de salud, con planes para implementarla en 2026. Además, la nariz electrónica ha sido reconocida en foros internacionales, como el World Economic Forum, donde se destacó su potencial para transformar la atención médica.
Los desafíos pendientes incluyen la estandarización de los datos de biomarcadores y la validación en poblaciones diversas. Sin embargo, los ensayos clínicos en curso, que abarcan más de 10,000 pacientes en Europa, África y Asia, sugieren que el dispositivo es robusto y adaptable a diferentes contextos.
El trabajo del equipo de Haick demuestra cómo la nanotecnología puede abordar problemas médicos complejos. A medida que la nariz electrónica avanza hacia su implementación global, su impacto en la detección temprana y el manejo de enfermedades continúa creciendo, consolidando a Israel como un referente en la vanguardia científica.