Francia, Alemania y Reino Unido amenazan con sanciones si Irán no respeta límites nucleares, según ministro francés en la ONU.
Francia presiona a Irán por su programa nuclear en la ONU
Jean-Noël Barrot, ministro de Asuntos Exteriores de Francia, advirtió en la ONU que Francia, Alemania y Reino Unido están listos para reimponer sanciones contra Teherán si el programa nuclear iraní amenaza la seguridad europea. La declaración ocurrió tras una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad sobre no proliferación, convocada por Barrot el 21 de febrero de 2025 en Johannesburgo, durante la reunión de ministros del G20. “Irán ha cruzado todas las líneas que se comprometió a respetar y está al borde de adquirir armas nucleares”, afirmó Barrot a periodistas, subrayando la urgencia de una solución diplomática.
Las negociaciones entre Teherán y Washington, las de mayor nivel en años, buscan un nuevo acuerdo para frenar el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán, objetivo que Teherán niega perseguir. A cambio, se ofrecería alivio de sanciones. Barrot expresó esperanza en que estas conversaciones, en las que Francia, Alemania y Reino Unido coordinan con el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, den resultados. Sin embargo, destacó que el camino diplomático es “estrecho” y que no hay solución militar viable para el problema nuclear iraní.
El ministro recordó que el acuerdo nuclear de 2015, conocido como JCPOA, del que Donald Trump retiró a EE. UU. en su primer mandato, estableció límites estrictos que Irán ahora viola. Actualmente, Irán enriquece uranio al 60%, muy por encima del límite del 3.67% fijado en el acuerdo y a un paso técnico del 90% necesario para material de grado armamentístico. Esta situación ha generado alarma en las capitales europeas y en Israel, que junto a EE. UU. ha amenazado con acciones militares para evitar que Irán obtenga armas nucleares.
Barrot fue claro al señalar que, si no se garantizan los intereses de seguridad europeos al expirar el JCPOA en octubre de 2025, las sanciones levantadas hace una década se reimpondrán sin dudarlo. “No vacilaremos ni un segundo”, afirmó, destacando que un retorno de sanciones tendría “efectos devastadores” en la economía iraní, algo que los países europeos buscan evitar mediante la diplomacia.
Datos clave sobre el programa nuclear iraní y las sanciones
- Enriquecimiento de uranio: Irán enriquece al 60%, cerca del 90% necesario para armas nucleares, superando el límite de 3.67% del JCPOA.
- Fecha crítica: El mecanismo de “snapback” para reimponer sanciones de la ONU expira en octubre de 2025.
- Negociaciones: Teherán y Washington discuten un nuevo acuerdo nuclear con mediación europea.
- Amenazas: EE. UU. e Israel han advertido sobre posibles ataques militares si Irán avanza hacia armas nucleares.
- Impacto económico: Sanciones reimpuestas podrían colapsar sectores clave de la economía iraní, como el petróleo.
Negociaciones nucleares y el papel de Europa
Las conversaciones entre Irán y EE. UU. representan un esfuerzo por revivir el espíritu del JCPOA, que limitaba el programa nuclear iraní a cambio de alivio de sanciones económicas. Francia, Alemania y Reino Unido, firmantes originales del acuerdo, mantienen una postura coordinada con Washington. Marco Rubio, en una declaración reciente, instó a los tres países europeos a considerar activar el mecanismo de “snapback” del acuerdo de 2015, que reinstauraría automáticamente sanciones de la ONU contra Irán por incumplimiento. Este mecanismo, que expira en octubre, es visto como una herramienta clave para presionar a Teherán.
Barrot subrayó que el objetivo no es castigar a Irán, sino garantizar la seguridad global. “Llamo solemnemente a Irán a tomar las decisiones necesarias hoy para evitar lo peor”, dijo, refiriéndose a las consecuencias económicas de nuevas sanciones. Las sanciones previas, antes del JCPOA, restringieron severamente las exportaciones de petróleo iraní y su acceso al sistema financiero global, reduciendo significativamente los ingresos del país.
El contexto de estas advertencias se enmarca en una creciente tensión regional. Israel, aliado clave de EE. UU., ha intensificado su retórica contra el programa nuclear iraní, con el primer ministro Benjamín Netanyahu declarando que su país no permitirá que Irán desarrolle armas nucleares. Las operaciones de inteligencia israelíes, incluidas acciones atribuidas al Mossad contra instalaciones nucleares iraníes, han complicado aún más las negociaciones diplomáticas.
Irán, por su parte, insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos, como la generación de energía y la investigación médica. Sin embargo, los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirman que el país ha acumulado uranio enriquecido en cantidades y niveles que exceden lo permitido, lo que alimenta las preocupaciones internacionales.
Contexto histórico y tensiones regionales
El JCPOA, firmado en 2015 entre Irán y las potencias del P5+1 (EE. UU., Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania), fue un hito diplomático que buscaba frenar las ambiciones nucleares de Teherán. Sin embargo, en 2018, la administración de Donald Trump retiró a EE. UU. del acuerdo tras revelaciones de inteligencia israelí que demostraron que Irán continuaba actividades nucleares encubiertas y no detenía su programa de misiles balísticos. En respuesta, EE. UU. impuso sanciones unilaterales, lo que llevó a Irán a reanudar actividades nucleares restringidas. Desde entonces, las tensiones han escalado, con incidentes como ataques a barcos en el Golfo Pérsico y enfrentamientos indirectos entre Irán e Israel en Siria.
La postura de Francia, respaldada por Alemania y Reino Unido, refleja el delicado equilibrio entre presión y diálogo. Los tres países han invertido años en negociaciones con Irán y buscan evitar un colapso total del marco diplomático. La advertencia de Barrot llega en un momento en que la OIEA reporta una falta de cooperación de Irán en inspecciones nucleares, lo que agrava las sospechas sobre sus intenciones.
En el ámbito regional, la rivalidad entre Irán y Israel añade una capa de complejidad. Las operaciones militares israelíes en Siria, dirigidas contra milicias respaldadas por Irán, y los presuntos ciberataques a instalaciones nucleares iraníes han intensificado la hostilidad. A su vez, Irán ha fortalecido su apoyo a grupos como Hezbolá, lo que preocupa a Israel y a sus aliados.
La amenaza de sanciones no solo busca presionar a Irán, sino también enviar un mensaje a otros actores globales, como China y Rusia, que mantienen relaciones económicas con Teherán. La reimposición de sanciones de la ONU requeriría un consenso que podría ser difícil de alcanzar, dado el veto de estos países en el Consejo de Seguridad. Por ello, la diplomacia europea se centra en mantener a EE. UU. y a Irán en la mesa de negociación, mientras se prepara para escenarios más duros.