Informe de Harvard detalla acoso a estudiantes judíos e israelíes, con recomendaciones para abordar la atmósfera hostil en el campus.
Informe de Harvard expone antisemitismo en el campus
La Universidad de Harvard publicó el martes un informe interno de 311 páginas que detalla una atmósfera hostil hacia estudiantes judíos e israelíes en el campus, tanto antes como después del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. El documento, elaborado tras meses de investigación, describe incidentes de acoso, rechazo social e intimidación, especialmente contra israelíes, en un contexto de crecientes tensiones políticas. La publicación del informe coincide con la presión de la administración Trump, que ha congelado 2.200 millones de dólares en fondos federales a la universidad, exigiendo reformas para combatir el antisemitismo.
El informe destaca un caso emblemático: un estudiante judío planeaba compartir la historia de su abuelo, sobreviviente del Holocausto que encontró refugio en Israel, durante una conferencia. Los organizadores rechazaron la historia, calificándola de “inapropiada” y ridiculizando al estudiante por considerarla una justificación de la “opresión”. Según el documento, este incidente refleja una percepción generalizada en el campus de que la identidad judía o israelí es un “detonante” político, colocando a los judíos “en el lado equivocado de un binario político” que no admite matices históricos o políticos.
El ambiente hostil llevó a muchos estudiantes judíos a ocultar su identidad, rechazar ofertas de admisión o retirarse de la vida universitaria. Grupos estudiantiles difundieron caricaturas antisemitas, como una que mostraba una mano con la estrella de David sosteniendo sogas alrededor de un hombre negro y un árabe. En la ceremonia de graduación, la oradora Maria Ressa hizo comentarios improvisados que, según el informe, evocaban teorías conspirativas sobre judíos, dinero y poder. Otro orador culpó a Israel por el genocidio en la República Democrática del Congo, una acusación que el informe califica de infundada.
Los datos del informe son contundentes: el 39% de los estudiantes judíos no se sentía como en casa en el campus, el 26% se sentía físicamente inseguro, el 44% mentalmente inseguro, el 49% sin apoyo en su bienestar y el 73% incómodo expresando opiniones políticas. Además, casi el 60% reportó haber enfrentado discriminación o estereotipos negativos. Un estudiante comentó: “Antes del 7 de octubre, ser judío era irrelevante. Después, experimenté presión, caos, hostilidad y la normalización de la discriminación sutil”.
Datos clave del informe sobre antisemitismo en Harvard
- Harvard registró 70 días de protestas en el año académico 2023-24, más que cualquier otra universidad, salvo Stanford.
- 33 grupos estudiantiles culparon a Israel por el ataque de Hamás en octubre de 2023, generando indignación entre estudiantes judíos.
- El 39% de los estudiantes judíos no se sentía integrado en el campus, y el 60% reportó discriminación.
- Caricaturas antisemitas y pintadas en carteles de rehenes fueron comunes durante las protestas.
- La universidad propone revisar procesos de admisión y capacitar a estudiantes en antisemitismo.
Protestas y polarización en el campus
El informe señala que la controversia en Harvard se intensificó tras el ataque de Hamás en octubre de 2023. Treinta y tres grupos estudiantiles emitieron una carta culpando a Israel por la violencia, lo que el informe describe como un golpe a la comunidad judía en un momento de “intensa vulnerabilidad”. Las protestas, que sumaron 70 días en el año académico, se basaban en un marco ideológico que presenta a Israel como una “colonia ilegítima”. Los activistas antiisraelíes buscaban debilitar la narrativa de la conexión histórica de los judíos con Israel, cuestionar su estatus como democracia y erosionar las normas contra el antisemitismo establecidas tras el Holocausto.
Las tácticas de los activistas incluyeron la infiltración de la causa palestina en eventos no relacionados, como cursos académicos o actividades culturales, y el uso de métodos disruptivos. Por ejemplo, estudiantes israelíes, incluidos musulmanes y cristianos, eran excluidos de conversaciones o clubes estudiantiles al revelarse su nacionalidad. Los judíos enfrentaban presiones para condenar a Israel y demostrar que eran “uno de los buenos”. Carteles de rehenes secuestrados por Hamás fueron vandalizados con eslóganes antisemitas, y los estudiantes judíos reportaron sentirse implicados en atrocidades por una supuesta “culpa colectiva”.
El informe también documenta un deterioro en las relaciones intergrupales. En las décadas de 1980 y 1990, estudiantes pro-Israel y propalestinos organizaban eventos conjuntos, a pesar de sus diferencias. Hasta 2017, un activista palestino asistía a cenas en Harvard Hillel, pero las discusiones se han vuelto más extremas en los últimos años. La población estudiantil judía ha disminuido, y el colapso del proceso de paz israelí-palestino ha alimentado un activismo antiisraelí más agresivo.
Un informe paralelo de 222 páginas sobre prejuicios antimusulmanes, antiárabes y antipalestinos reveló que los estudiantes propalestinos se sentían “silenciados” tras el cierre de un campamento de protesta antiisraelí. Sin embargo, el informe sobre antisemitismo señala que la retórica propalestina era predominante en el campus. Los judíos antisionistas también reportaron hostilidad, principalmente de otros judíos, lo que ilustra la complejidad de las divisiones en el campus.
Respuesta de Harvard y presiones externas
El presidente interino de Harvard, Alan Garber, expresó su pesar por los fallos de la universidad en un comunicado: “Lamento los momentos en los que no cumplimos con las altas expectativas que legítimamente establecimos para nuestra comunidad”. El informe propone varias recomendaciones, como revisar los procesos de admisión para evaluar la capacidad de los solicitantes de participar en un discurso civil, implementar capacitaciones obligatorias sobre antisemitismo y aumentar las ofertas académicas sobre estudios judaicos, hebreos, árabes e islámicos. Harvard también planea financiar investigaciones sobre antisemitismo y realizar una revisión histórica sobre la presencia de musulmanes, árabes y palestinos en la universidad.
La universidad enfrenta un enfrentamiento con la administración Trump, que exige reformas en las políticas de admisión y la limitación del activismo en el campus. Harvard respondió con una demanda contra la congelación de fondos federales, un caso seguido de cerca en el ámbito educativo. Aunque el informe propone cambios en las admisiones, como evaluar el historial de prejuicios de los solicitantes, no cumple completamente con las demandas del gobierno de eliminar preferencias basadas en raza o implementar políticas estrictamente meritocráticas.
En el ámbito académico, Harvard planea revisar su plan de estudios y garantizar que los profesores promuevan la apertura intelectual sin respaldar posiciones políticas que presionen a los estudiantes. La universidad también implementará un seguimiento más estricto de las organizaciones estudiantiles y nuevos mecanismos de denuncia para abordar incidentes de discriminación.
La publicación de los informes marca un esfuerzo de Harvard por abordar las tensiones en el campus, pero el desafío persiste en un contexto de polarización política y presiones externas. La universidad busca equilibrar la libertad de expresión con la creación de un ambiente inclusivo, mientras enfrenta críticas de múltiples frentes.