Una declaración reciente de Microsoft desmiente las acusaciones de que sus tecnologías de inteligencia artificial y computación en la nube, proporcionadas al ejército israelí, se emplearon para atacar a personas en Gaza durante la guerra con el grupo terrorista Hamás. La empresa detalló en un blog que suministra al Ministerio de Defensa de Israel software, servicios profesionales, servicios en la nube de Azure y herramientas de inteligencia artificial, como traducción de idiomas, además de haber colaborado en operaciones para localizar y rescatar rehenes israelíes.
Frente a las crecientes críticas, Microsoft informó que revisiones internas y externas, que incluyeron entrevistas con decenas de empleados, no encontraron pruebas de que sus tecnologías de Azure, inteligencia artificial u otros programas se usaran para causar daño. Asimismo, la compañía afirmó que el Ministerio de Defensa israelí cumplió con sus términos de servicio y su Código de Conducta de IA. Sin embargo, reconoció que no tiene conocimiento preciso sobre el uso de sus programas en los servidores o dispositivos de sus clientes, ni visibilidad sobre las operaciones en la nube gubernamental de Israel, gestionadas por otros proveedores.
La respuesta de Microsoft surge tras protestas públicas de un grupo de sus empleados que cuestionan los contratos de la empresa con el ejército israelí. En abril, la compañía despidió a dos trabajadores que interrumpieron un discurso del CEO de IA, Mustafa Suleyman, durante la celebración del 50.º aniversario de Microsoft, acusándola de vender “armas de inteligencia artificial” al ejército israelí. Estos empleados, junto con otros, han calificado la ofensiva de Israel contra Hamás como un “genocidio” y señalan a Microsoft como cómplice, acusaciones que Israel rechaza categóricamente.
Las preocupaciones de los trabajadores se intensificaron tras una investigación de The Associated Press, que afirmó que modelos de inteligencia artificial de Microsoft y OpenAI se utilizaron en un programa militar israelí para seleccionar objetivos de bombardeo en Gaza y Líbano. Según el informe, basado en datos y documentos internos, el uso de estos modelos a través de Azure aumentó casi 200 veces tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejó 1,200 muertos y 251 rehenes, desencadenando la guerra. La investigación señaló que el ejército israelí emplea Azure para transcribir, traducir y procesar inteligencia obtenida mediante vigilancia masiva.
Microsoft aclaró que las fuerzas armadas suelen usar software propietario o aplicaciones de proveedores especializados en defensa para operaciones de vigilancia, y que la empresa no ha desarrollado ni proporcionado dichas soluciones al Ministerio de Defensa israelí. Además, destacó que, además de su relación comercial, ofreció apoyo de emergencia limitado al gobierno israelí tras el 7 de octubre para rescatar rehenes, actuando con cuidado para proteger la privacidad y los derechos de los civiles en Gaza.
Con centros de desarrollo en Haifa, Tel Aviv y Nazaret, Microsoft emplea a unas 3,000 personas en Israel, enfocadas en proyectos de ciberseguridad, inteligencia artificial, big data, salud, ventas y marketing. Desde su llegada al país en 1989 y la apertura de su primer centro de investigación fuera de Estados Unidos en 1991, la compañía ha defendido la ciberseguridad de Israel y sus ciudadanos, al tiempo que expresó su preocupación por la pérdida de vidas civiles en Israel y Gaza, apoyando la asistencia humanitaria en ambas regiones.