El Su-57 ruso, según GD Bakshi, aventaja a los cazas chinos J-20 y J-35 en rendimiento, aunque no iguala el sigilo del F-35.
Comparación de cazas de quinta generación: Su-57, F-35, J-20 y J-35
Major general (Retd) G.D. Bakshi, destacado analista militar indio, afirmó en un simposio de defensa en Nueva Delhi en febrero de 2025 que el caza ruso Su-57 Felon, aunque menos sigiloso que el F-35 Lightning II estadounidense, supera en rendimiento general a los aviones chinos J-20 y J-35A. Esta declaración resalta las fortalezas del Su-57 en maniobrabilidad, capacidad de carga y versatilidad, aspectos críticos en el contexto de la competencia tecnológica entre potencias aeroespaciales. La evaluación de Bakshi surge en un momento en que India evalúa opciones para fortalecer su fuerza aérea frente a la creciente presencia de cazas de quinta generación en la región, especialmente por parte de China.
El F-35A, fabricado por Lockheed Martin, es el estándar de referencia en tecnología de sigilo, con más de 1,000 unidades entregadas globalmente hasta 2025. Su sección transversal de radar (RCS, por sus siglas en inglés) se estima entre 0.001 y 0.005 metros cuadrados, gracias a su diseño angular, materiales absorbentes de radar y bahías internas de armas. Equipado con el radar AN/APG-81 de matriz activa de escaneo electrónico (AESA) y el Sistema de Apertura Distribuida (DAS), el F-35 detecta y ataca objetivos más allá del alcance visual mientras permanece casi indetectable. Su velocidad máxima alcanza Mach 1.6, impulsado por un motor Pratt & Whitney F135, y su rango de combate es de aproximadamente 1,500 kilómetros. Estas características lo convierten en un activo clave para operaciones de superioridad aérea y ataques de precisión.
En contraste, el Su-57, desarrollado por Sukhoi, prioriza el rendimiento sobre el sigilo absoluto. Con un RCS estimado entre 0.1 y 0.5 metros cuadrados, es más detectable que el F-35 debido a componentes expuestos del motor y paneles remachados en modelos iniciales. Sin embargo, su diseño incorpora un 25% de materiales compuestos y revestimientos absorbentes de radar, logrando un RCS significativamente menor que cazas de cuarta generación como el Su-35 (10-20 metros cuadrados). Desde 2022, el Su-57 utiliza motores AL-51F1 (Izdeliye 30), que generan un empuje combinado de 176 kN con postcombustión, permitiendo supercrucero a Mach 1.3 sin postquemadores. Su control de vectorización de empuje tridimensional (3D TVC) otorga una agilidad excepcional, superando al J-20, cuyo peso máximo al despegue es de 32 toneladas.

El J-20, principal caza furtivo de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF), cuenta con más de 200 unidades operativas en 2025. Su diseño de ala delta con canards delanteros sugiere un RCS de 0.02 a 0.1 metros cuadrados, potencialmente mejor que el del Su-57, debido al uso extensivo de compuestos y materiales absorbentes. Sin embargo, sus motores WS-10C, y la transición al problemático WS-15 (142 kN), presentan limitaciones en fiabilidad y vectorización de empuje, afectando su maniobrabilidad. El J-35A, aún en fase de prototipo, enfrenta desafíos similares con su motor WS-19, cuya durabilidad es cuestionada. Bakshi argumentó que la madurez operativa del Su-57, con más de 20 unidades en servicio y experiencia limitada en Ucrania, lo posiciona por encima del J-35A, que carece de historial operativo.
Datos clave sobre el Su-57 frente a sus competidores
- RCS del Su-57: 0.1-0.5 m², menos sigiloso que el F-35 (0.001-0.005 m²) pero comparable o mejor que el J-20 (0.02-0.1 m²).
- Velocidad máxima: Su-57 alcanza Mach 2, superando al F-35 (Mach 1.6) y al J-20 (Mach 2 estimado).
- Capacidad de carga: Su-57 soporta hasta 10 toneladas de armamento, frente a 8 toneladas del J-20.
- Misiles: El K-77M del Su-57 (200 km) iguala o supera al PL-15 del J-20 en alcance.
- Radar: El N036 Byelka del Su-57 ofrece cobertura de 360° con matrices laterales, aunque es menos avanzado que el AN/APG-81 del F-35.
Análisis técnico y operativo del Su-57 frente a cazas chinos

El Su-57 destaca en escenarios de combate dentro del alcance visual (WVR), donde el sigilo es menos determinante. Su radar N036 Byelka, aunque menos sofisticado que el del F-35, proporciona cobertura de 360 grados mediante arreglos montados en las mejillas del fuselaje, mejorando la conciencia situacional. Además, sus 14 puntos de anclaje (internos y externos) ofrecen flexibilidad para misiones que requieren cargas externas pesadas, a diferencia del J-20, limitado a 8 toneladas. El misil K-77M, con un alcance de 200 kilómetros, compite directamente con el PL-15 chino, permitiendo enfrentamientos más allá del alcance visual (BVR) con eficacia comparable.
Por su parte, el J-20 enfrenta críticas por su diseño. Los canards delanteros, según expertos como Adam Daymude, exaviador naval estadounidense, comprometen su RCS, especialmente en ángulos laterales, lo que reduce su ventaja en sigilo frente al Su-57. Además, la falta de vectorización de empuje confirmada en el J-20 limita su rendimiento en maniobras cerradas, un área donde el Su-57 sobresale gracias a su 3D TVC. El J-35A, diseñado como un caza ligero, aún no ha alcanzado la producción en serie, y su dependencia del motor WS-19 genera dudas sobre su capacidad para igualar la robustez operativa del Su-57.
La producción del Su-57, aunque limitada a unas 22 unidades entregadas hasta 2025 debido a sanciones y la guerra en Ucrania, ha avanzado con la introducción de mejoras. En mayo de 2025, se informó que el Su-57M1 incorpora asistencia al piloto mediante inteligencia artificial y modificaciones aerodinámicas que mejoran la sustentación y estabilidad a velocidades supersónicas. Estas actualizaciones refuerzan la posición de Bakshi sobre la superioridad del Su-57 frente a los cazas chinos, especialmente en contextos donde la agilidad y la capacidad de carga son prioritarias.
En comparación, la escala de producción del J-20 (más de 200 unidades) refleja el impulso industrial de China, pero su falta de experiencia en combate real, a diferencia del Su-57, plantea interrogantes sobre su efectividad operativa. El J-35A, orientado parcialmente a la exportación, aún no ha demostrado su viabilidad en escenarios de alta intensidad, lo que limita su comparación directa con el Su-57.
Contexto estratégico y relevancia para India

La evaluación de Bakshi cobra relevancia en el contexto estratégico de India, que enfrenta la creciente amenaza de los cazas furtivos chinos. China podría operar cerca de 1,000 J-20 para la década de 2030, mientras que Pakistán busca adquirir el J-35A y colabora con Turquía en el caza KAAN. La Fuerza Aérea India (IAF), que opera cazas de generación 4.5 como el Rafale, carece de un avión de quinta generación, lo que podría generar una brecha en superioridad aérea. El programa indio AMCA (Advanced Medium Combat Aircraft) no entrará en servicio antes de 2036, lo que impulsa la consideración de opciones extranjeras como el Su-57 o el F-35.
El Su-57 ofrece ventajas para India debido a su compatibilidad con la flota existente, que incluye aviones rusos como el Su-30MKI. Rosoboronexport ha expresado su disposición a vender el Su-57E a India, fortaleciendo una asociación histórica. Sin embargo, el F-35, ofrecido por Donald Trump en una reunión con Narendra Modi, presenta capacidades de guerra centrada en red y sigilo avanzado, aunque su integración requeriría ajustes significativos en la infraestructura militar india. El costo del F-35, entre $80 y $110 millones por unidad, contrasta con el Su-57, más económico, pero las condiciones estrictas de los acuerdos estadounidenses generan cautela.
La postura de Bakshi, aunque criticada por algunos por su sesgo hacia Rusia, resalta la importancia de evaluar cazas más allá del sigilo. En un teatro como el sur de Asia, donde los enfrentamientos WVR persisten (como en Balakot 2019), la agilidad del Su-57 podría ser un factor decisivo frente a los diseños chinos menos probados. No obstante, expertos como Vijainder K Thakur, expiloto de la IAF, sugieren que el F-35 es ideal para estrategias ofensivas, mientras que el Su-57 es igualmente efectivo para la defensa del espacio aéreo.
La discusión sobre el Su-57, F-35, J-20 y J-35A refleja la complejidad de la carrera tecnológica en cazas de quinta generación. Mientras el F-35 lidera en sigilo y sistemas, el Su-57 ofrece un equilibrio entre rendimiento y versatilidad, superando, según Bakshi, a sus contrapartes chinas en escenarios operativos clave.