Ensayos en Hadassah inyectan células madre en líquido cefalorraquídeo para reparar mielina y frenar la esclerosis múltiple progresiva.
Ensayos clínicos israelíes para tratar esclerosis múltiple
Investigadores del Centro Médico Hadassah en Jerusalén han iniciado ensayos clínicos para evaluar la eficacia de inyectar células madre mesenquimales en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con esclerosis múltiple progresiva. Este enfoque busca reparar la mielina dañada, la capa protectora de los nervios que se deteriora en esta enfermedad autoinmune, y modular la respuesta inmune para reducir la progresión de la discapacidad. Liderado por el profesor Dimitrios Karussis, el estudio de fase 2 incluye a 48 pacientes en un diseño de doble ciego controlado con placebo, garantizando que todos los participantes reciban el tratamiento en alguna etapa. Los resultados preliminares muestran mejoras en la función neurológica y una posible estabilización de la enfermedad sin efectos secundarios graves.
El tratamiento, denominado NG-01, utiliza células madre mesenquimales autólogas extraídas de la médula ósea de los propios pacientes, lo que elimina riesgos de rechazo. Las células se inyectan directamente en el líquido cefalorraquídeo mediante punción lumbar, un método que permite su circulación hacia las áreas dañadas del sistema nervioso central. Según Karussis, estas células, en su etapa primaria de madurez, tienen el potencial de regenerar la mielina y suprimir la actividad autoinmune que caracteriza a la esclerosis múltiple. En ensayos previos de fase 1, aproximadamente 140 pacientes recibieron el tratamiento sin reportar complicaciones significativas, lo que respalda la seguridad del procedimiento.
El ensayo de fase 2, publicado en la revista Brain de la Universidad de Oxford, evaluó a los pacientes durante tres años. Los datos muestran que el tratamiento detuvo el avance de la enfermedad en varios casos e incluso revirtió síntomas en algunos pacientes, mejorando funciones motoras y cognitivas como caminar y la memoria. “Debemos ser cautelosos al interpretar los efectos positivos de los estudios de tamaño medio, ya que se requieren ensayos a gran escala para confirmar estos hallazgos”, afirmó Karussis. A pesar de esto, los resultados son prometedores, especialmente para la esclerosis múltiple progresiva, para la cual las opciones de tratamiento actuales son limitadas.
La esclerosis múltiple afecta a más de 2.3 millones de personas en el mundo, causando síntomas como hormigueo, entumecimiento, problemas de movilidad y visión, y, en casos graves, parálisis. La enfermedad daña la mielina, lo que interfiere con la transmisión de impulsos nerviosos, y los tratamientos convencionales solo reducen recaídas o retrasan levemente la progresión. El enfoque de Hadassah representa un avance al abordar tanto la reparación del daño como la modulación del sistema inmune, ofreciendo una alternativa para pacientes con formas progresivas de la enfermedad.
Datos clave sobre la terapia con células madre en Hadassah
- Pacientes tratados: 48 en fase 2, 140 en fase 1.
- Método: Inyección intratecal de células madre mesenquimales autólogas.
- Duración del ensayo: Tres años para la fase 2.
- Resultados: Mejoras en funciones motoras y cognitivas, sin efectos adversos graves.
- Próximos pasos: Ensayo de fase 3 en EE. UU., Europa e Israel.

Avances previos y seguridad del tratamiento
Desde 2006, el Centro Médico Hadassah ha investigado el uso de células madre mesenquimales para tratar enfermedades neurológicas. En un estudio pionero de 2010, liderado por los doctores Karussis y Slavin, se administraron células madre a 15 pacientes con esclerosis múltiple y 19 con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Los resultados, publicados en Archives of Neurology, demostraron la seguridad del procedimiento, con efectos secundarios mínimos como fiebre transitoria o dolor de cabeza. Este estudio inicial estableció que las inyecciones intratecales son viables y no dañan la barrera hematoencefálica.
El tratamiento NurOwn, desarrollado en colaboración con BrainStorm Cell Therapeutics, también ha mostrado resultados prometedores en ensayos para ELA, con un 87% de los pacientes reportando una menor progresión de la enfermedad. En el caso de la esclerosis múltiple, las células mesenquimales actúan mediante mecanismos paracrinos, liberando factores neurotróficos que protegen las neuronas y promueven la remielinización. Los ensayos han incluido evaluaciones mediante resonancia magnética y escalas como la EDSS, que mide la discapacidad neurológica, mostrando una mejora promedio de 6.7 a 5.9 en los pacientes tratados.
En 2024, el equipo de Hadassah presentó datos adicionales en el Foro del Comité de las Américas para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple. Los 23 participantes del estudio de extensión de fase 2 no reportaron eventos adversos graves, y se observaron mejoras significativas en la cognición y la función neurológica. “La conclusión principal es que este tratamiento puede ser eficaz de una manera que otros medicamentos no lo son”, explicó el doctor Panayiota Petrou, experto del Centro de Esclerosis Múltiple de Hadassah. Estos hallazgos han motivado la planificación de un ensayo multicéntrico de fase 3 en Estados Unidos, Europa e Israel.
La investigación en Hadassah se distingue por su enfoque en células autólogas, que evitan reacciones inmunes adversas. A diferencia de tratamientos con células alogénicas o quimioterapia, que presentan riesgos significativos, las inyecciones intratecales de células mesenquimales han demostrado ser mínimamente invasivas y seguras. Los ensayos han atraído la atención de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, con la cual Hadassah y NeuroGenesis han compartido datos para avanzar hacia la aprobación del tratamiento.
Contexto global de la terapia con células madre
La terapia con células madre mesenquimales no es exclusiva de Israel. Estudios en otros países, como España y Estados Unidos, han explorado enfoques similares. En Barcelona, un ensayo clínico evaluó la eficacia de estas células en pacientes con esclerosis múltiple que no respondían a tratamientos convencionales, reportando una reducción en lesiones y en el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina. En Cleveland, un estudio piloto confirmó la seguridad y tolerabilidad del trasplante autólogo en pacientes con formas remitentes y progresivas de la enfermedad.
Las células mesenquimales, derivadas de la médula ósea, el tejido del cordón umbilical o la grasa, son valoradas por sus propiedades inmunomoduladoras y regenerativas. Estas células producen proteínas que favorecen el crecimiento neuronal, factores angiogénicos para la reparación de vasos sanguíneos y sustancias que reducen la inflamación. A diferencia de las terapias inmunosupresoras tradicionales, que solo mitigan síntomas, las células mesenquimales buscan reparar el daño y prevenir ataques autoinmunes, ofreciendo un enfoque dual.
Otros enfoques, como el trasplante de células madre hematopoyéticas, han mostrado resultados en la esclerosis múltiple remitente-recurrente, pero presentan riesgos debido a la quimioterapia necesaria para suprimir el sistema inmune. Este método, con una tasa de mortalidad del 1-2%, se reserva para casos graves que no responden a tratamientos estándar. En contraste, las inyecciones intratecales de células mesenquimales no requieren supresión inmunológica, lo que las hace más seguras para un espectro más amplio de pacientes.
La investigación global continúa explorando el potencial de las células madre para generar nuevas neuronas o reparar la mielina. Aunque no se espera una cura completa, los avances sugieren que estas terapias podrían ralentizar o revertir la progresión de la enfermedad. En Israel, el trabajo de Hadassah posiciona al país como un líder en medicina regenerativa, con ensayos que podrían transformar el tratamiento de enfermedades neurológicas en los próximos años.