Canadá y Portugal negocian con Saab para adquirir el JAS 39 Gripen, reevaluando su dependencia del F-35 por preocupaciones sobre autonomía y costos.
Negociaciones de Saab con Canadá y Portugal para el Gripen E/F
Saab, fabricante sueco del caza JAS 39 Gripen E/F, avanza en negociaciones con Canadá y Portugal para posicionar su avión como alternativa al Lockheed Martin F-35 Lightning II. En abril de 2025, Micael Johansson, director ejecutivo de Saab, confirmó al periódico sueco Dagens Industri que las discusiones con ambos países están activas. Estas negociaciones reflejan una reevaluación estratégica de ambos gobiernos, motivada por preocupaciones sobre la fiabilidad de Estados Unidos como socio de defensa y las restricciones asociadas al hardware estadounidense, incluidas limitaciones en mantenimiento y suministro de componentes. Portugal canceló en marzo de 2025 su plan para adquirir entre 27 y 28 F-35A, mientras que Canadá, comprometida con 88 F-35, ha financiado solo los primeros 16, abriendo la puerta a una flota mixta con aviones europeos.
En Portugal, la decisión de abandonar el F-35 se anunció tras una evaluación liderada por el ministro de Defensa, Nuno Melo, quien expresó inquietudes sobre la autonomía operativa debido a posibles restricciones impuestas por Washington. Melo destacó en una entrevista con el diario Público que la incertidumbre política en Estados Unidos, exacerbada por las políticas de la administración de Donald Trump, llevó a Lisboa a priorizar opciones europeas. Además del Gripen, Portugal evalúa el Dassault Rafale y el Eurofighter Typhoon, aunque el Gripen destaca por su menor costo y flexibilidad operativa. En Canadá, el ministro de Defensa, Bill Blair, señaló en marzo de 2025 a CBC News que el gobierno reconsidera la compra de los F-35 restantes, buscando reducir la dependencia de Estados Unidos en medio de tensiones comerciales y preocupaciones sobre la interoperabilidad a largo plazo.
El JAS 39 Gripen E/F se presenta como una opción atractiva por su diseño modular y costos operativos significativamente menores. Con un precio por unidad de aproximadamente 40 millones de dólares, frente a los más de 80 millones del F-35A, y un costo por hora de vuelo de unos 7,000 dólares comparado con los 18,000 del Eurofighter Typhoon, el Gripen ofrece una solución económica sin sacrificar capacidades avanzadas. Equipado con el motor General Electric F414G, que proporciona un 20% más de empuje que el F404 de los modelos C/D, el Gripen E alcanza velocidades de Mach 2 y un radio de combate de 810 millas náuticas con reabastecimiento aéreo. Su radar Leonardo ES-05 Raven de matriz activa y el sensor infrarrojo Skyward G garantizan una alta conciencia situacional, mientras que su suite de guerra electrónica mejora la supervivencia en entornos hostiles.
Saab también resalta la interoperabilidad del Gripen con sistemas de la OTAN, un factor crítico para ambos países. El avión ha demostrado su eficacia en misiones de patrulla aérea en el Báltico, realizadas por pilotos húngaros y checos desde 2004, y su configuración MS20 integra misiles MBDA Meteor, bombas de pequeño diámetro Boeing GBU-39 y conectividad mejorada Link 16. A diferencia del F-35, que depende de complejas cadenas de suministro estadounidenses, el Gripen permite mayor autonomía operativa, con actualizaciones de software y mantenimiento que no requieren intervención extranjera. Esta característica es especialmente relevante tras preocupaciones sobre un supuesto “kill switch” en el F-35, aunque Lockheed Martin y oficiales belgas y suizos han desmentido estas afirmaciones.

Datos clave del JAS 39 Gripen E/F para Canadá y Portugal
- Costo por unidad: Aproximadamente 40 millones de dólares, la mitad del F-35A.
- Costo operativo: 7,000 dólares por hora de vuelo, frente a 18,000 del Eurofighter.
- Capacidades: Radar AESA, suite de guerra electrónica, misiles Meteor y GBU-39.
- Autonomía: Radio de combate de 810 millas náuticas, ideal para vastos territorios como Canadá.
- Interoperabilidad: Compatible con sistemas OTAN, probado en misiones en el Báltico.
- Producción local: Saab ofrece ensamblaje en Canadá y transferencia tecnológica en Portugal.
Contexto estratégico y beneficios industriales del Gripen
Las negociaciones con Canadá se enmarcan en un contexto de tensiones comerciales con Estados Unidos, agravadas por amenazas de Trump de imponer aranceles y su retórica sobre la anexión económica de Canadá. En 2023, Canadá firmó un contrato de 19,000 millones de dólares canadienses para 88 F-35, pero las dudas sobre la sostenibilidad del programa han resurgido. Saab propuso en 2020 ensamblar el Gripen en Canadá, en colaboración con empresas como CAE e IMP Aerospace, y establecer centros aeroespaciales en Montreal para sistemas de misión e investigación. Estas iniciativas podrían generar empleos de alta cualificación y fortalecer la industria aeroespacial canadiense, que ya ha obtenido contratos por 1,300 millones de dólares en el programa F-35. Sin embargo, un cambio al Gripen podría interrumpir estas cadenas de suministro y generar fricciones con Lockheed Martin.
En Portugal, la transición hacia el Gripen responde a la necesidad de modernizar su flota de F-16, que se acerca al final de su vida útil. La experiencia de Saab en acuerdos de transferencia tecnológica, como el establecido con Brasil en 2014 por 5,400 millones de dólares, es un punto a favor. En ese caso, Saab creó una línea de producción del Gripen E en Gavião Peixoto, São Paulo, permitiendo a Brasil desarrollar, producir y mantener los aviones de forma independiente. Un modelo similar podría aplicarse en Portugal, reduciendo la dependencia de proveedores externos y fortaleciendo la industria local. La capacidad del Gripen para operar desde bases austeras, diseñada para la doctrina sueca de operaciones dispersas durante la Guerra Fría, también es atractiva para las necesidades de despliegue flexible de Portugal en la región atlántica.
El F-35A, por su parte, ofrece capacidades de sigilo y fusión de sensores sin igual, diseñadas para operaciones en entornos altamente disputados. Su radar de baja sección transversal y la capacidad de compartir datos en tiempo real a través de Link 16 lo convierten en un activo clave para misiones de penetración profunda. Sin embargo, un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de EE. UU. de 2023 reveló que solo el 55% de los F-35 estadounidenses estaban listos para misiones en un momento dado, debido a su complejidad logística. Además, las actualizaciones de software, como la Tech Refresh 3 y Block 4, han enfrentado retrasos y fallos, afectando la capacidad de combate de los aviones entregados desde julio de 2023. Estas limitaciones contrastan con la simplicidad operativa del Gripen, que requiere menos infraestructura y personal para su mantenimiento.

La decisión de Canadá y Portugal también tiene implicaciones geopolíticas más amplias. La OTAN ha promovido el F-35 como un avión unificado para sus miembros, operado por 19 países, incluidos aliados no pertenecientes a la OTAN como Israel y Japón. Sin embargo, las tensiones derivadas de la postura de Trump sobre la OTAN, incluidas amenazas de reducir el apoyo financiero, han llevado a algunos miembros a cuestionar su dependencia de plataformas estadounidenses. Portugal, que aún no ha incorporado F-35, podría liderar un cambio hacia una identidad de defensa más europea, mientras que Canadá enfrenta el desafío de equilibrar sus compromisos con NORAD y la OTAN con la necesidad de autonomía estratégica.
Comparación técnica y perspectivas futuras
El Gripen E/F no iguala el sigilo del F-35, pero su agilidad, velocidad y capacidad para operar desde pistas cortas lo hacen ideal para escenarios como el Ártico canadiense o las bases atlánticas portuguesas. Con un alcance de 4,000 km en configuración de ferry, supera los 2,800 km del F-35A, y su capacidad de supercrucero con carga de armas aire-aire lo distingue de competidores como el F/A-18E. Además, el Gripen puede integrar una amplia gama de armamento, desde misiles IRIS-T hasta bombas guiadas, lo que permite a los operadores personalizarlo según sus arsenales existentes.
En contraste, el F-35 requiere hangares climatizados y pistas de mayor longitud, lo que limita su despliegue en entornos remotos. Su dependencia de actualizaciones de software estadounidenses y una cadena de suministro global plantea riesgos en escenarios de conflicto prolongado. Walter Kowalski, exjefe de proyectos de la OTAN, comparó al F-35 con una “Ferrari” y al Gripen con una “Honda Civic”, destacando que el Gripen es más fácil de mantener y reparar en condiciones de campo. Esta simplicidad podría ser decisiva para países con presupuestos de defensa limitados o infraestructuras menos desarrolladas.
Las negociaciones de Saab con Canadá y Portugal también se benefician del éxito reciente en otros mercados. En abril de 2025, Colombia anunció la adquisición del Gripen, consolidando la presencia de Saab en América Latina. Países como Suecia, Brasil, República Checa, Hungría, Sudáfrica y Tailandia operan el Gripen, lo que demuestra su versatilidad en diversos entornos operativos. La capacidad de Saab para ofrecer paquetes de soporte a largo plazo y asociaciones industriales refuerza su atractivo frente a competidores como Lockheed Martin.
A medida que Canadá y Portugal avanzan en sus evaluaciones, el JAS 39 Gripen E/F emerge como un contendiente formidable, capaz de satisfacer las necesidades de defensa moderna sin las limitaciones geopolíticas y económicas del F-35. La decisión final dependerá de factores como el presupuesto, los requisitos operativos y las prioridades estratégicas, pero la propuesta de Saab ofrece una alternativa viable que podría redefinir el panorama de la defensa aérea en ambos países.