Ucrania alerta que Rusia lanzará un misil RS-24 Yars para intimidar a Occidente mientras avanzan las negociaciones de paz impulsadas por Trump.
Rusia prepara lanzamiento de misil nuclear RS-24 Yars
La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania (GUR) informó que Rusia planea realizar un lanzamiento de entrenamiento del misil balístico intercontinental RS-24 Yars, con capacidad nuclear, desde una base cerca de Svobodny, a 100 kilómetros al noreste de Ekaterimburgo, en la región de los Urales. Según el comunicado de la GUR, el misil llevará una ojiva de entrenamiento no nuclear y busca “presionar e intimidar de forma demostrativa a Ucrania, así como a los Estados miembros de la UE y la OTAN”. La acción se enmarca en un contexto de crecientes tensiones diplomáticas y esfuerzos por negociar un alto el fuego en la guerra entre Rusia y Ucrania, impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump.
El anuncio de la GUR, reportado por medios como Reuters y Kiev Independent, no ha sido verificado de forma independiente. Rusia no comenta públicamente sus planes de lanzamientos de misiles nucleares, clasificados como secretos militares, aunque suele emitir declaraciones tras realizarlos. La GUR precisó que el lanzamiento está a cargo del 433.º regimiento de la 42.ª división del 31.º Ejército de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia, y se esperaba que ocurriera en la noche del 19 de mayo de 2025. Sin embargo, reportes posteriores indicaron que el lanzamiento no se llevó a cabo, sin que se confirmen las razones.
El RS-24 Yars, un misil estratégico de combustible sólido adoptado por Rusia en 2009, es un componente clave de su tríada nuclear. Con un alcance estimado de 10.000 a 12.000 kilómetros, puede atacar objetivos en cualquier parte del mundo. El misil, de 22,5 metros de longitud, 2 metros de diámetro y un peso aproximado de 49 toneladas, está equipado con vehículos de reentrada de objetivos múltiples e independientes (MIRV), capaces de llevar entre 3 y 6 ojivas nucleares, con una potencia estimada de 150 a 500 kilotones cada una. Su diseño permite sortear sistemas de defensa antimisiles, lo que lo convierte en una herramienta de disuasión estratégica.
Este movimiento recuerda un episodio de noviembre de 2024, cuando Rusia lanzó un misil balístico de alcance intermedio, posiblemente el Oreshnik, contra Ucrania en respuesta a la autorización de Estados Unidos, Reino Unido y Francia para que Ucrania usara misiles occidentales contra objetivos en territorio ruso. Ese lanzamiento, que tampoco empleó una ojiva nuclear, coincidió con una revisión de la doctrina nuclear rusa, que ahora permite el uso de armas nucleares en respuesta a ataques con armas fabricadas por potencias nucleares. La maniobra fue interpretada como una advertencia a Occidente.
Datos clave sobre el misil RS-24 Yars
- Alcance: Entre 10.000 y 12.000 kilómetros, capaz de alcanzar objetivos globales.
- Capacidad: Equipado con 3 a 6 ojivas nucleares MIRV, cada una con una potencia de 150 a 500 kilotones.
- Diseño: Misil de tres etapas de combustible sólido, con 22,5 metros de largo y 49 toneladas de peso.
- Propósito: Sustituye a sistemas como el Topol-M y SS-19 Stiletto, con capacidad para evadir defensas antimisiles.
- Entrada en servicio: Adoptado en 2009 tras pruebas iniciadas en 2007.
Contexto de negociaciones y presión diplomática
El supuesto lanzamiento del RS-24 Yars se planeó en un momento crítico de las negociaciones de paz. Donald Trump, tras un contacto telefónico con Vladimir Putin el 19 de mayo de 2025, afirmó que Rusia y Ucrania iniciarían negociaciones de alto el fuego de inmediato. Sin embargo, el Kremlin, a través de su portavoz Dmitry Peskov, señaló que no hay plazos definidos para un acuerdo, y Putin expresó que los esfuerzos están “en el camino correcto” pero requieren tiempo. Ucrania, por su parte, insiste en un alto el fuego de 30 días como condición previa a las negociaciones, una propuesta rechazada por Rusia.
Las negociaciones en Estambul el 16 de mayo de 2025, las primeras entre Rusia y Ucrania desde marzo de 2022, no lograron avances significativos. La delegación rusa, liderada por Vladimir Medinsky, exigió condiciones consideradas “inaceptables” por Ucrania, que acusó a Rusia de buscar ganar tiempo para continuar la guerra. Putin declinó asistir a las conversaciones, a pesar de la invitación de Volodymyr Zelensky, lo que generó críticas de Kiev por la falta de compromiso ruso.
La Unión Europea, en paralelo, anunció sanciones contra 200 buques petroleros de la “flota en la sombra” rusa y advirtió sobre una respuesta más dura si Rusia no acepta un alto el fuego. Estas medidas reflejan la creciente presión internacional sobre Moscú, que enfrenta críticas por su estrategia de combinar maniobras militares con gestos diplomáticos.
Analistas sugieren que el lanzamiento planeado del RS-24 Yars pudo haber sido una respuesta a esta presión. Sin embargo, su cancelación, reportada por medios como Kiev Post y Newsweek, plantea interrogantes. Algunos especulan que Rusia evitó el lanzamiento para no exponer posibles fallos en su arsenal nuclear antes de la llamada entre Putin y Trump, o como un gesto para no escalar las tensiones en un momento diplomático clave. La GUR no comentó sobre las razones de la no ejecución del lanzamiento.
Debate sobre la capacidad nuclear rusa
A pesar de las amenazas nucleares recurrentes del Kremlin, expertos occidentales cuestionan la capacidad real de Rusia para ejecutar un ataque nuclear efectivo. Loren Thompson, analista de defensa, argumentó en un artículo para Forbes que las ineficiencias observadas en las fuerzas convencionales rusas durante la guerra con Ucrania podrían extenderse a su arsenal nuclear. Problemas logísticos, mantenimiento deficiente y corrupción en el sector militar ruso alimentan estas dudas. Sin embargo, el RS-24 Yars sigue siendo una herramienta de disuasión significativa debido a su diseño avanzado y movilidad, que complica su detección y neutralización.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos, en respuesta a las maniobras rusas, realizó un lanzamiento de prueba de su misil Minuteman III el 21 de mayo de 2025, desde una base en California. El Pentágono afirmó que la prueba, planificada con antelación, buscaba demostrar que el arsenal nuclear estadounidense es “seguro, confiable y efectivo” para disuadir amenazas y tranquilizar a sus aliados. Este intercambio de demostraciones de fuerza subraya la carrera armamentística en curso entre Rusia y Occidente.
La situación sigue siendo volátil. Mientras Rusia mantiene su retórica nuclear y Ucrania denuncia intentos de intimidación, las negociaciones de paz enfrentan obstáculos. Trump insiste en un acuerdo rápido, pero las posturas de Moscú y Kiev permanecen distantes, con el riesgo de una escalada militar aún presente.