Un bombardeo israelí ejecutado la noche del jueves en la ciudad de Gaza arrasó las oficinas de una empresa de cambio de divisas. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), esta compañía proporcionaba fondos a las ramas militares de Hamás y la Yihad Islámica Palestina.
La empresa, conocida como “Al-Cairo”, adoptó ese nombre en 2022 tras operar previamente como “Dubái”. El cambio ocurrió después de que el ministro de Defensa de Israel afirmara que la compañía colaboraba con organizaciones terroristas al facilitar la transferencia de recursos financieros a esos grupos, según un comunicado del ejército.
Las instalaciones atacadas, de acuerdo con las FDI, sirvieron durante años como un canal para desviar millones de dólares hacia Hamás y la Yihad Islámica. Esos fondos se destinaron a actividades militares de ambos grupos, considerados terroristas por Israel.
El ejército israelí sostiene que, desde el inicio de la guerra, los empleados de “Al-Cairo” mantuvieron su apoyo a Hamás. La empresa transfirió millones de dólares a operativos del ala militar del grupo, lo que permitió la continuidad de sus operaciones terroristas, según las FDI.
En agosto de 2024, las fuerzas israelíes eliminaron a Tahseen Al-Nadiyya, un trabajador de la compañía. Las FDI lo acusaron de desempeñar un papel clave en la financiación de las actividades de Hamás, según el reporte oficial.