El embajador estadounidense en Turquía y enviado especial para Siria, Thomas Barrack, se reunió el sábado con el presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, en Estambul. En un comunicado, Barrack destacó las “acciones significativas” de Al-Sharaa para abordar la presencia de combatientes extranjeros y avanzar en las relaciones con Israel. Este encuentro marcó un paso clave en los esfuerzos de la administración Trump por consolidar la cooperación con el nuevo liderazgo sirio tras el derrocamiento de Bashar al-Assad.
La reunión se produjo tras reportes de que líderes de grupos terroristas palestinos respaldados por Irán, aliados del exrégimen de Assad, abandonaron Siria bajo presión de Al-Sharaa, según fuentes palestinas. Sin embargo, la medida no afectó la presencia de Hamás, con base en Gaza, ni de Fatah, que lidera la Autoridad Palestina en Judea y Samaria. La Casa Blanca había condicionado el levantamiento de sanciones contra Damasco a una represión firme contra estos grupos terroristas.
Fuentes no confirmadas también sugieren que el gobierno sirio ha iniciado conversaciones indirectas con Israel para explorar una posible normalización de relaciones. A pesar de estos avances, líderes israelíes mantienen reservas sobre Al-Sharaa debido a su historial yihadista, que incluye su liderazgo en Hayat Tahrir al-Sham, grupo vinculado en el pasado a Al Qaeda.
Paralelamente, Al-Sharaa se reunió en Estambul con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un encuentro no anunciado que duró más de dos horas y media, según el canal turco NTV. La delegación siria, que incluyó a los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa, abordó temas de interés mutuo con altos funcionarios turcos, incluido el jefe de inteligencia y el responsable de la industria de defensa, reportó la agencia estatal Anadolu. Turquía, firme aliado de la nueva administración siria, impulsa la reversión de sanciones y la reconstrucción del país tras casi 14 años de guerra civil.
A pesar de los esfuerzos de Damasco por acercarse a Occidente, algunos gobiernos expresan cautela ante el pasado islamista de figuras clave del nuevo régimen. Ankara, que ya recibió a Al-Sharaa en febrero, se posiciona como un mediador crucial en la reintegración de Siria a la comunidad internacional, mientras la administración Trump busca equilibrar la estabilidad regional con sus demandas de seguridad.