Marta Dimov, una mujer de 91 años que sobrevivió al Holocausto, donó su hígado y permitió que una paciente de 67 años recibiera un trasplante exitoso. Marta, quien mantuvo su lucidez y vitalidad hasta el final, crió a dos hijos, formó una familia con nietos y bisnietos, y murió de manera repentina. Su legado perdura al haber salvado una vida mediante la donación de órganos.
El equipo médico del Hospital Kaplan extrajo el hígado con éxito y lo trasladó al Hospital Hadassah para el procedimiento. La operación se llevó a cabo sin complicaciones, y el órgano resultó plenamente compatible con la receptora.
La familia de Marta expresó su orgullo: «Nuestra madre, una sobreviviente del Holocausto, vivió 91 años con fortaleza y cariño. Siempre fue independiente y lúcida. Su decisión de donar su hígado ha brindado a otra persona la oportunidad de seguir viviendo».
Tamar Ashkenazi, directora del Centro Nacional de Trasplantes, destacó el valor de esta donación: «La edad no define la capacidad de salvar vidas. Si el órgano está en buenas condiciones, puede cambiar el destino de un paciente. Los avances tecnológicos facilitan evaluaciones precisas, y nuestros equipos trabajan sin descanso para maximizar el número de trasplantes».
Ashraf Imam, jefe de la unidad de trasplantes del Hospital Hadassah, confirmó la viabilidad del procedimiento: «El hígado de Marta era ideal para la paciente, quien sufría cirrosis desde hace años. Los trasplantes de donantes de edad avanzada son habituales globalmente. Con pruebas exhaustivas y compatibilidad confirmada, logramos ofrecer una nueva esperanza. El hígado funciona correctamente, y el trasplante resultó exitoso».