El 20 de mayo de 2025, un helicóptero que transportaba a Vladimir Putin enfrentó un ataque de drones ucranianos en Kursk, según informes no verificados.
Incidente en Kursk: drones ucranianos atacan helicóptero presidencial
El 20 de mayo de 2025, un helicóptero que transportaba al presidente ruso Vladimir Putin se encontró en medio de una operación defensiva contra un ataque de drones ucranianos durante una visita a la región de Kursk, según publicaciones en redes sociales. El incidente ocurrió durante un viaje no anunciado a esta región fronteriza, donde Rusia había recuperado el control tras una incursión ucraniana en agosto de 2024. Las fuerzas rusas de defensa antiaérea interceptaron y neutralizaron múltiples drones, lo que asegura la seguridad del helicóptero presidencial. No se reportaron daños ni bajas en el incidente, pero la información no ha sido confirmada por fuentes oficiales.
La región de Kursk, limítrofe con Ucrania, ha sido escenario de intensos enfrentamientos desde el inicio de la guerra en 2022. En agosto de 2024, fuerzas ucranianas lanzaron una incursión transfronteriza en esta área, ocupando temporalmente varias localidades antes de que las tropas rusas, apoyadas por unidades norcoreanas, recuperaran la mayoría del territorio en marzo de 2025. Los ataques con drones se han intensificado en esta zona, con reportes de 53 drones interceptados en menos de dos horas en la región el 1 de junio de 2025.
El uso de drones en la guerra ha crecido exponencialmente, con ambos bandos empleándolos para ataques a larga distancia y operaciones tácticas. Ucrania ha utilizado drones ocultos en estructuras móviles, como casas rodantes con techos retráctiles, para atacar objetivos estratégicos, incluidos aeródromos militares rusos. El 1 de junio de 2025, la Seguridad Service de Ucrania (SBU) llevó a cabo una operación masiva contra cuatro aeródromos militares rusos, utilizando drones para dañar aviones y pistas.
El mismo día del presunto ataque al helicóptero de Putin, Kursk enfrentó un ataque nocturno con drones que dañó un hospital y varios edificios residenciales, lo que dejó al menos una persona herida. Desde enero de 2025, se han registrado al menos 218 cierres temporales de aeropuertos en Rusia debido a amenazas de drones.
Datos clave de la guerra en Kursk y la guerra de drones
- Incursión ucraniana de 2024: En agosto de 2024, Ucrania lanzó una ofensiva en Kursk, ocupando temporalmente partes de la región, la primera invasión extranjera significativa en suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
- Respuesta rusa: En marzo de 2025, Rusia recuperó la mayoría de las áreas ocupadas con apoyo de fuerzas norcoreanas, aunque combates esporádicos persisten.
- Ataques con drones: Desde enero de 2025, Rusia ha enfrentado 218 cierres temporales de aeropuertos debido a drones ucranianos, con 53 interceptados en Kursk el 1 de junio de 2025.
- Operaciones ucranianas: La SBU atacó cuatro aeródromos rusos el 1 de junio de 2025, dañando aviones estratégicos en regiones como Murmansk y Irkutsk.
- Impacto civil: Los ataques con drones en Kursk han dañado hospitales y edificios residenciales, con al menos una víctima reportada el 30 de mayo de 2025.
Escalada de la guerra de drones en la guerra Rusia-Ucrania
la guerra ha visto una escalada en el uso de drones, con Ucrania intensificando sus operaciones en territorio ruso. El 1 de junio de 2025, dos puentes ferroviarios en las regiones de Kursk y Bryansk colapsaron tras explosiones, causando la muerte de al menos siete personas y heridas a decenas. Los incidentes, atribuidos a explosiones, están siendo investigados como posibles actos de sabotaje, aunque nadie ha reclamado responsabilidad.
En paralelo, Rusia ha incrementado sus propios ataques con drones, lanzando un récord de 355 drones y nueve misiles contra Ucrania en la noche del 24 al 25 de mayo de 2025. Este bombardeo, el mayor de la guerra hasta la fecha, causó la muerte de al menos 12 personas, incluidos tres niños en la región de Zhytomyr, y dejó 24 heridos. La fuerza aérea ucraniana derribó 266 drones y 45 misiles, pero los daños fueron significativos.
Los ataques con drones han transformado el campo de batalla, permitiendo a ambos bandos alcanzar objetivos lejanos con relativa precisión. En Rusia, regiones como Kursk, Belgorod y Bryansk han sido blanco frecuente de drones ucranianos, mientras que Ucrania enfrenta bombardeos aéreos rusos en ciudades como Kiev y Kharkiv. La dependencia de drones con componentes electrónicos, muchos de los cuales provienen de China, ha sido un factor crítico en la escalada tecnológica de la guerra.
Durante su visita a Kursk, el presidente ruso inspeccionó una planta nuclear en construcción y se reunió con autoridades locales. La región, estratégica por su proximidad a Ucrania, sigue siendo un punto caliente, con combates esporádicos y operaciones de drones continuas. La falta de confirmación oficial sobre el incidente del 20 de mayo plantea dudas sobre su veracidad.
Contexto de la región de Kursk en la guerra
Kursk ha emergido como un epicentro de la guerra debido a su ubicación fronteriza. La incursión ucraniana de agosto de 2024 marcó un punto de inflexión, al demostrar la capacidad de Kiev para llevar la guerra al territorio ruso. Aunque Rusia recuperó el control en marzo de 2025, las operaciones ucranianas continúan, con ataques dirigidos a infraestructura clave. El 30 de mayo de 2025, un ataque con drones dañó un hospital y edificios residenciales en Kursk.
La guerra de drones ha complicado las operaciones militares y civiles en la región. Los aeródromos rusos, como los de Engels y Dyagilevo, han sido objetivos recurrentes de los drones ucranianos, con ataques reportados el 1 de junio de 2025 que dañaron aviones estratégicos. Estos incidentes han forzado a Rusia a reforzar sus defensas antiaéreas, aunque la frecuencia de los ataques sugiere desafíos en la protección de áreas extensas.
La guerra en Kursk también ha tenido repercusiones internacionales. Los ataques rusos con drones y misiles en Ucrania, como el del 24 de mayo de 2025, han generado condenas y llamados a sanciones adicionales. Mientras tanto, Ucrania ha recibido apoyo para usar armamento de largo alcance contra objetivos en Rusia, lo que ha incrementado las tensiones. La región de Kursk sigue siendo un símbolo de la escalada de la guerra, donde los avances tecnológicos y las tácticas de guerra moderna redefinen las dinámicas del campo de batalla.