El ejército israelí reportó que Irán lanzó aproximadamente 280 misiles balísticos contra Israel desde el viernes, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron una operación contra el programa nuclear de Teherán. Los ataques, ejecutados en múltiples oleadas, buscaban impactar diversos puntos del territorio israelí.
Las defensas antiaéreas de Israel interceptaron la mayoría de los misiles, con tasas de éxito comparables a las registradas en los ataques iraníes de abril y octubre de 2024. El sistema multicapa de protección aérea demostró alta efectividad, según el ejército.
Pese a los esfuerzos defensivos, decenas de misiles eludieron las barreras, conforme a los protocolos establecidos, y cayeron en áreas abiertas sin dañar infraestructura crítica. El ejército señaló que esta táctica minimiza riesgos a instalaciones estratégicas.
No obstante, varios misiles superaron las defensas y golpearon zonas residenciales en Tel Aviv, Ramat Gan, Rishon Lezion, Bat Yam y Rehovot, en el centro del país, así como en Haifa y Tamra, en el norte. Estos impactos causaron víctimas y daños materiales significativos.
El Comando del Frente Interno insistió en la importancia de seguir las instrucciones de seguridad. Las defensas antiaéreas, aunque avanzadas, no son infalibles, por lo que se exhortó a la población a resguardarse en refugios o habitaciones seguras al recibir alertas de misiles.
Los ataques dejaron un saldo de 13 muertos y cientos de heridos. Según el Comando del Frente Interno, todas las víctimas fatales y los heridos graves se encontraban fuera de los refugios durante los impactos. La devastación en las zonas afectadas se atribuye a las ojivas de 500 kilogramos que portan los misiles iraníes, similares a las usadas en 2024.
A diferencia de los ataques previos, que se enfocaron en la base aérea de Nevatim, en el despoblado desierto del Néguev, los bombardeos recientes apuntaron principalmente a Gush Dan, una región densamente poblada en el centro de Israel, y en menor medida a Haifa, en el norte. Esta elección de objetivos elevó el riesgo de daños significativos.
El ejército confirmó que todas sus bases, incluidas las aéreas, operan con normalidad y sin comprometer su capacidad funcional. La Fuerza Aérea y la Armada también neutralizaron decenas de drones enviados desde Irán, para reforzar la defensa del espacio aéreo.