El ministro de Salud, Uriel Buso, condenó el ataque: “El misil disparado hacia el Centro Médico Soroka es un acto de terror y cruza una línea roja”.
El Ministerio de Salud actuó con rapidez para evitar una tragedia mayor. Buso explicó que la preparación previa y las medidas inmediatas protegieron a civiles y personal médico: “Es un crimen de guerra cometido por el régimen iraní, que tiene como objetivo deliberado a civiles inocentes y a equipos médicos dedicados a salvar vidas”. Además, exhortó a la población a seguir las instrucciones del Comando del Frente Interno: “Salva vidas”.
El director de Magen David Adom, Eli Bin, confirmó que la evacuación de un piso del hospital, realizada un día antes debido al conflicto bélico, resultó crucial. “Se salvaron muchas vidas”, afirmó.
Imágenes y videos difundidos en redes sociales mostraron el momento exacto del impacto, revelando la severidad del ataque. Las autoridades del hospital reportaron daños estructurales significativos en varias áreas del edificio, junto con un número indeterminado de heridos.
Horas después del ataque, columnas de humo negro persistían sobre el Centro Médico Soroka. Un portavoz del hospital detalló que las heridas sufridas por varias personas y los extensos daños complicaron las operaciones del centro.
La administración del hospital emitió un comunicado pidiendo a la ciudadanía evitar acudir al lugar para recibir atención médica hasta que se emita un nuevo aviso.