El mayor general Shlomi Binder, jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, declara que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) deben perseguir a los líderes militares de Irán sin importar su ubicación. En un discurso ante soldados en un centro de comando, Binder detalla la reciente operación que culminó con la muerte de Ali Shadmani, el comandante militar de mayor rango de Irán.
La operación ocurrió hace dos días, cuando las FDI atacaron un cuartel secreto en una zona montañosa. Aunque algunos comandantes lograron escapar, las fuerzas israelíes localizaron y eliminaron al jefe de Estado Mayor de Khatam al-Anbiya, quien se había trasladado a otra área montañosa cerca de Teherán, apenas doce horas después. Binder resalta la necesidad de no dar tregua a estos objetivos.
Con firmeza, el general sostiene que la distancia de 1500 kilómetros que separa a Irán de Israel ya no representa una barrera. Las FDI han transformado la amenaza iraní, antes lejana, en un desafío inmediato, comparable al que enfrentan en sus fronteras más cercanas. Este cambio estratégico, según Binder, permite a Israel enfrentarse a Irán como si estuviera en su entorno próximo.
En los ataques ejecutados la madrugada del viernes, las FDI reportan la muerte de 30 comandantes iraníes. Entre las bajas confirmadas se encuentran ocho generales de alto rango. Además, los operativos causaron la muerte de al menos nueve científicos nucleares, según las autoridades israelíes.