El Tribunal Superior de Justicia de Israel emitió una orden que suspende la demolición de 104 edificios civiles, incluidas unas 400 unidades de vivienda, en el campo de refugiados de Tulkarem, ubicado en Judea y Samaria. La medida, dictada el miércoles, responde a una petición presentada por la organización de derechos civiles Adalah, que representa a los residentes afectados.
Cerca de 2.000 palestinos habitan los edificios amenazados por la orden militar, según datos proporcionados por Adalah. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron la demolición con supuestos “fines militares-operativos”, pero no presentaron pruebas concretas que respaldaran esta afirmación. En su respuesta al desafío legal de Adalah, las FDI aludieron a preocupaciones sobre una presunta “infraestructura terrorista” y a “necesidades de seguridad” sin ofrecer detalles específicos.
La orden judicial provisional congela las demoliciones y otorga al Estado hasta el 2 de septiembre para entregar una respuesta detallada a la petición de Adalah. El Dr. Suhad Bishara, director legal de la organización, declaró: “La decisión provisional marca un reconocimiento poco común por parte del tribunal de la severidad de las órdenes de demolición y la urgente necesidad de brindar a las familias afectadas una oportunidad significativa para defender su derecho a permanecer en sus hogares”.
Adalah argumentó en su solicitud que, durante el último año, la Corte Suprema ha avalado de manera reiterada demoliciones masivas, respaldando acciones que constituyen graves violaciones del derecho internacional. La organización señaló que el tribunal ha concedido a las fuerzas armadas una autoridad casi absoluta para emitir e implementar órdenes de demolición sin garantizar un debido proceso. Adalah instó a la Corte a anular definitivamente estas órdenes ilegales para cumplir con las obligaciones legales internacionales.