Un grupo de aproximadamente 20 manifestantes antiisraelíes, con rostros cubiertos, irrumpió en el restaurante Miznon, de propiedad israelí, en Melbourne el viernes por la noche, según informaron las autoridades australianas. El incidente ocurrió a las 8:30 p.m., hora local, y testigos afirmaron al Herald Sun que la turba gritaba “Muerte a las FDI”, una consigna que días antes resonó en el festival de Glastonbury en Inglaterra, liderada por el dúo de rap Bob Vylan.
Los atacantes, en su mayoría enmascarados, arrojaron muebles y comida contra el establecimiento, destrozando una ventana exterior mientras los comensales se encontraban dentro y fuera del local. La violencia desató el caos en el restaurante, que quedó con daños materiales significativos.
La policía arrestó a un hombre de 28 años en el lugar de los hechos e interrogó a varios otros involucrados, identificándolos para una investigación posterior. Las autoridades continúan recopilando pruebas para determinar las responsabilidades.
Los activistas justificaron el ataque al señalar que el restaurante pertenece en parte a Shahar Segal, vinculado como portavoz de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF). Esta organización, apoyada por Estados Unidos e Israel, enfrenta críticas de la ONU y otras agencias de ayuda, que denuncian que sus puntos de distribución en Gaza exponen a los civiles a riesgos mortales al obligarlos a cruzar líneas de las FDI bajo fuego para obtener alimentos.
Minutos antes, a las 8:00 p.m., un hombre ingresó al terreno de la Congregación Hebrea del Este de Melbourne y roció líquido inflamable en la entrada de la sinagoga, prendiéndole fuego. Unas 20 personas se encontraban dentro del templo, pero lograron evacuar sin sufrir heridas, según la policía. Los bomberos controlaron las llamas rápidamente, limitando los daños a la puerta principal.
Las cámaras de seguridad captaron el ataque a la sinagoga, aunque el responsable permanece prófugo. Las autoridades investigan el incidente como un acto deliberado, sin descartar motivaciones antisemitas.
La comunidad judía australiana, con unos 120.000 miembros, enfrenta un aumento alarmante de antisemitismo desde el 7 de octubre de 2023. El Consejo Ejecutivo de la Judería Australiana (ECAJ) reportó más de 2.000 incidentes antijudíos entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, un incremento drástico comparado con los registros del año previo al ataque de Hamás que desató la guerra en Gaza.
En meses recientes, la comunidad ha sufrido ataques contra sinagogas, escuelas y viviendas, además de amenazas directas, como las de dos enfermeras que prometieron matar a pacientes judíos en un hospital. También se descubrió un remolque con explosivos en Sydney, presuntamente destinado a un atentado masivo en una sinagoga.