Ofer Calderón brindó su primer testimonio público desde que fue liberado del cautiverio de Hamás. Durante una entrevista emitida por el Canal 12, relató que llegó a creer que sus hijos habían sido asesinados en la masacre del 7 de octubre de 2025, pero más tarde descubrió que Sahar y Erez también habían sido secuestrados y retenidos en Gaza.
En la conversación televisiva, Calderón detalló que solo accedió a la superficie en una ocasión durante todo el tiempo que estuvo retenido. Ese breve momento, de apenas tres horas, ocurrió mientras era trasladado para ver a su hija. En su testimonio, afirmó que estuvo encerrado en túneles junto a altos mandos terroristas de Hamás, entre ellos Yahya Sinwar, y que llegó a encontrarse en una estructura que fue blanco de un ataque de las FDI.
Su primer encuentro con otro rehén reveló que su hija aún vivía. Tres semanas después del secuestro, Calderón coincidió con Rimon Kirsht, quien le informó que Sahar también estaba cautiva. Calderón solicitó ver a su hija y, tras la autorización del captor, fue llevado al lugar donde ella se encontraba. El encuentro fue interrumpido por un ataque con cohetes que los obligó a regresar al subsuelo.
Ambos quedaron detenidos en un túnel en Jan Yunis, donde compartieron espacio con otros tres rehenes. En ese entorno, Calderón entregó a un comandante de Hamás una lista escrita en inglés con los nombres de personas que esperaba que siguieran con vida. El comandante le aseguró que Erez estaba hospitalizado en la superficie.
La oportunidad de comunicarse indirectamente con el exterior llegó a través de un televisor. Calderón y Sahar vieron a Hadas Calderón, madre de los niños y expareja de Ofer, hablando en los medios sobre los rehenes. “Sahar y yo lloramos mucho”, expresó Calderón. “Fue extraño, estás en la clandestinidad y la ves allí en Israel, hablando”.
Una información inesperada llegó poco antes de su liberación: otro de sus hijos, Rotem, seguía con vida. El dato surgió de un discurso televisado en el que su prima, Yifat Zailer, mencionó que los hijos de Ofer lo esperaban. Hasta ese momento, Calderón padecía pesadillas recurrentes con imágenes de lápidas que llevaban su nombre. “Pero en algún lugar de mi interior me dije a mí mismo que estaba vivo”, declaró.
Erez y Sahar recobraron la libertad durante la tregua de una semana en noviembre de 2023, cuando Hamás intercambió a 105 mujeres y niños israelíes por 240 terroristas palestinos encarcelados. Calderón relató que sus captores le aseguraron entonces que él también sería liberado pronto, afirmación que no se cumplió. “Eso es todo, sacaron a los niños, sacaron a las mujeres jóvenes, ahora son adultos, eso es lo que me dijeron los árabes. Y no sucedió”, indicó. Al ver la liberación de sus hijos por televisión, Calderón lloró. “Por supuesto que fue un alivio que los niños se fueran a casa. Pero también lloraba por lo que pasaría después. Me di cuenta de que no iba a ir, y me di cuenta de que, peor que eso, la verdadera guerra estaba comenzando ahora”.
Posteriormente, fue trasladado a un túnel distinto donde compartió cautiverio con Yarden Bibas. Según Calderón, ambos recibieron la visita de Yahya Sinwar, quien en ese entonces aún vivía y fue asesinado por las FDI en octubre de 2024. Calderón afirmó que Sinwar portaba una máquina de fax que utilizaba para comunicarse. “Le pregunté: ‘¿Qué va a pasar ahora? ¿Han terminado las conversaciones \[de alto el fuego y de rehenes]?’ Y me dijo: ‘La situación ha retrocedido un poco, paciencia, un mes más y todo va a estar bien’. Eso es lo que dijo, un mes”.
Tras ser separado de Bibas, Calderón fue conducido a otro túnel donde permaneció junto a otros cuatro rehenes. En ese lugar, un ataque aéreo de las FDI golpeó la estructura, que apenas tenía 70 centímetros de ancho y presentaba condiciones insalubres extremas. Calderón describió esa etapa como un período de “explosiones horribles”. “La muerte siempre estuvo presente”, sentenció.
Durante los meses previos a su liberación, Calderón sobrevivió únicamente con agua salada y una ración mínima de pan. “Lo cortaba por la mitad, me metía la mitad en el bolsillo para picar más tarde. Lo comí grano a grano”, explicó. “Te sientes como si estuvieras en historias del Holocausto”.
A los 54 años, Calderón expresó que pensaba constantemente en su bicicleta como símbolo de libertad. Su grupo de ciclismo y la organización benéfica Lehosheet Yad iniciaron una campaña para financiar su recuperación física y emocional, así como la de su familia.
Su liberación formó parte de la primera fase del acuerdo más reciente entre Israel y Hamás, por el cual fueron liberadas 33 personas, entre mujeres, menores, civiles mayores de 50 años y casos considerados “humanitarios”, a cambio de cerca de 1.900 terroristas palestinos presos, incluyendo al menos 270 con condenas de cadena perpetua por asesinato de israelíes.
Este primer tramo del acuerdo, con una duración de 42 días, concluyó el 2 de marzo. La segunda fase no se materializó debido al rechazo del primer ministro Benjamin Netanyahu a aceptar una retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza, condición exigida por Hamás y rechazada por los partidos de la coalición del gobierno.
Aún permanecen secuestradas 50 personas en Gaza, 49 de ellas tomadas durante la masacre del 7 de octubre de 2023, en la que Hamás y otros grupos terroristas asesinaron a unas 1.200 personas e ingresaron en territorio israelí para capturar a 251 rehenes. También retienen el cuerpo de un soldado de las FDI asesinado en 2014.
Las FDI han verificado la muerte de al menos 28 rehenes. Las autoridades israelíes estiman que 20 continúan con vida, aunque existen serias preocupaciones por el estado de otros dos.